MADRID, 1 Feb. (EUROPA PRESS) -
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ha denunciado este viernes la falta de acceso a agua potable y la escasez de alimentos en el este de la República Democrática del Congo --debido a los combates entre el Ejército y los insurgentes del Movimiento 23 de Marzo (M23)-- así como el deterioro de la seguridad para la población civil tras el aumento de los combates el pasado año.
El M23 --formado sobre todo por antiguos rebeldes del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP) integrados en el Ejército tras los acuerdos de paz de 2009-- se alzó en armas el pasado mes de abril en el este de la RDC al mando de Bosco Ntaganda, un antiguo militar inculpado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional (TPI). Desde entonces, el M23 ha sido acusado del reclutamiento de niños y de la ejecución sumaria de soldados y prisioneros de guerra.
Los rebeldes del M23 ocuparon en noviembre la ciudad de Goma, capital del estado de Kivu Norte (este del país), aunque se retiraron poco después mientras siguieron los enfrentamientos con el Ejército congoleño. A principios de diciembre comenzaron una serie de contactos con Uganda como país mediador, sin que se hayan alcanzado acuerdos hasta el momento.
El jefe de la delegación del CICR en la República Democrática del Congo, Franz Rauchenstein, ha indicado que en el este del país "muchas personas se han desplazado porque temen por su propia seguridad" debido a que los combates han continuado y al aumento de "pillajes y robos".
El CICR ha destacado en un comunicado que en el mes de enero realizó un centenar de operaciones a heridos de guerra en un hospital de Goma, mientras también ha colaborado en la mejora de las instalaciones de varias penitenciarias en la región.
El comité ha destacado que en diciembre distribuyó comida a 23.500 personas que se habían visto obligadas a abandonar su hogar por los combates. "Actualmente observamos un recrudecimiento de las hostilidades entre grupos armados en Kivu Sur", explicó la jefa de la subdelegación del CICR en la zona, Laetitia Courtois.
La Cruz Roja también se está encargado de repartir semillas, herramientas y diferentes materiales entre agricultores para evitar que se pierdan las cosechas. Además, ha destacado que en algunas zonas del este hay menos combates y se ha podido reanudar la actividad en los centros que acogen a víctimas de violaciones.
