BARCELONA 20 Sep. (EUROPA PRESS) -
Los cirujanos que operaron hoy a un niño de Guinea-Bissau, Amadú Meta Mané, que llegó a Barcelona a principios de septiembre para extraerse una hernia gigante, consideraron "todo un éxito" la intervención, según explicó la portavoz de la ONG catalana Asociación Médica por la Infancia (Amic), Ruth Mañero.
La portavoz de Amic explicó a Europa Press que los médicos pretenden que este niño, de un año y medio, pueda recibir el alta mañana, cuando lo valorarán para ver si es posible que vuelva a casa de la familia que lo tiene acogido. "Los médicos creen que lo mejor sería que sólo estuviese hoy y mañana en el centro", apuntó.
Cuando salga de la Clínica Cima de Barcelona, donde se le intervino, Amadú volverá a casa de los médicos que lo acogieron. "Al principio fue a casa de los cirujanos porque corría peligro; si la hernia se le estrangulaba, tendrían que poder intervenirle rápido", señaló Mañero.
La portavoz de Amic dijo que, hasta que vuelva a Guinea-Bissau en noviembre, "lo mejor es que siga con esta familia porque se ha encariñado mucho". Cuando nació Amadú perdió a su madre, pero tiene un padre y más familia, a pesar de vivir en un centro de acogida Casa Emmanuel.
Según Manero, el padre del niño se ha interesado por su estado de salud, dentro de sus posibilidades de comunicación. La vida de su hijo corría peligro si la hernia considerada "gigante", de 20 centímetros de largo y 9 de diámetro, seguía creciendo. En ese caso, según explicó, el pequeño hubiese tenido "una muerte muy muy dolorosa".
A pesar de haber nacido con esta hernia, Amadú era un niño "alegre y muy cariñoso" hasta que empezó a crecerle. Los dolores de este proceso le hicieron deprimirse y no dejaba de llorar, según explicó la portavoz.
El coste de la operación lo han asumido conjuntamente la Clínica Cima, la clínica Mediterrània y el Hospital General de Granollers.
LA OPERACIÓN.
Desde que llegó a Barcelona, el 1 de septiembre, se pensó en tratar conjuntamente la anemia que padece Amadú y la hernia, pero según explicó uno de los doctores que operó al pequeño su situación podía "agravarse más", por lo que no se podía retrasar la intervención. Además, la hernia le provocaba vómitos repentinos que estaban degenerando en desnutrición.
La operación consistió en reintroducir los intestinos que estaban en el saco de la hernia dentro de la cavidad abdominal, cerrar la obertura de la hernia, colocar una malla de refuerzo y extirpar la piel sobrante, según explicaron fuentes de la clínica Cima. Además, se realizó una plastia de ombligo para conseguir un resultado estético satisfactorio.