Los grupos de Derechos Humanos de Reino Unido abandonan la investigación sobre las torturas contra paquistaníes

Europa Press Sociedad
Actualizado: jueves, 4 agosto 2011 15:27

LONDRES, 4 Ago. (Reuters/EP) -

Los grupos de defensa de los Derechos Humanos y varios abogados activistas han decidido retirarse de una investigación que pretende determinar lo que conocían los servicios de seguridad británicos sobre las acusaciones de tortura contra sus efectivos en suelo extranjero, ante el riesgo de que se convierta en una "tapadera".

La investigación independiente, anunciada en julio del pasado año por el primer ministro británico, David Cameron, examinará las acusaciones de varios británicos de ascendencia paquistaní que aseguran que fueron torturados tras ser detenidos en Pakistán con la complicidad de las autoridades británicas. También investigará los abusos cometidos en la prisión de la base estadounidense de Guantánamo (Cuba).

Las autoridades británicas han asegurado que nunca han usado o han instado a otros países a emplear la tortura como método para obtener información y Cameron ha señalado que la investigación debe despejar cualquier duda y restaurar la confianza en la moral británica.

En una carta al órgano que realiza la investigación, presidido por el juez Peter Gibson, diez grupos de Derechos Humanos, entre ellos Amnistía Internacional, señalaron que están desencantados debido a que el material que podrá ser publicado no se determinará sin intervención del Gobierno.

En el documento, las asociaciones protestan porque los exdetenidos y presos actuales que han realizado las acusaciones no tendrán apenas participación. Concluyen señalando que no aportarán más pruebas y que no acudirán a nuevas reuniones del órgano.

El investigador de la ONG Indulto Tim Cooke Hurle señaló que "han trabajado para que se lleve a cabo la investigación desde que fue anunciada hace un año".

"Es frustrante ver cómo el Gobierno ha decidido seguir con una investigación secreta y sin objetivos. Ignorando las acusaciones de las víctimas de tortura y de las grandes organizaciones de Derechos Humanos, el Gobierno corre el riesgo de que se considere una tapadera", añadió.

Cameron señaló que cualquier prueba o testimonio de los servicios de seguridad permanecerá en secreto. Los activistas aseguran que esta medida pretende mantener bajo secreto cualquier prueba que pueda perjudicar a Estados Unidos.

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