LONDRES 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un hombre ha admitido que secuestró a una enfermera, la ató y la dejó encerrada en el maletero de su propio coche durante diez días, según informa 'The Guardian', que señaló que Justice Ngema, de 35 años, ha admitido su culpabilidad en 14 de los cargos, entre ellos secuestro y robo.
Ngema apareció hoy ante el Tribunal Superior de Edimburgo, donde fue declarado culpable de secuestrar a Magdeline Makola, de 38 años, el pasado mes de diciembre. La enfermera, procedente de Livingstone, del condado de West Lohian, pasó más de una semana encerrada en el maletero de un coche antes de ser encontrada por la Policía. Makola, originaria de Sudáfrica, no se presentó a su turno durante tres días y fue declarada desaparecida.
Comenzó entonces una investigación y Makola fue hallada por la Policía en un coche en la ciudad de Airdrie, en Lanarkshire. El tribunal también escuchó el testimonio de Ngema, que entró en el país usando el pasaporte de su hermano, después de haber sido deportado en 2002 por haber sido rechazada su petición de asilo.
El abogado Alex Prentice señaló que Ngema hizo numerosas apariciones en el piso de su víctima antes de secuestrarla. También se declaró ante el tribunal que Ngema se invitó a sí mismo a su casa y pidió una bebida, después de lo cual agarró su cuello. "Soy un profesional en este trabajo, mato a gente, cállate ahora mismo", le espetó.
También la amenazó con un cuchillo y la obligó a tumbarse en el recibidor antes de golpearla en la cabeza, atarla y pedirle los detalles de su cuenta bancaria. Ngema transportó entonces a la enfermera hasta el coche de ella y la metió en el maletero. Makola pasó allí varios días en un estado de semiinconsciencia mientras la temperatura descendía por debajo de los cero grados.
Mientras su víctima estaba encerrada, Ngema usó su tarjeta bancaria para irse de tiendas y comprar ropa de diseño y champán. El tribunal también escuchó cómo Makola tuvo una buena recuperación pero fue encontrada severamente deshidratada y que los dedos de sus manos y sus pies habían comenzado a ponerse de color blanco. También tuvo un fallo renal debido al daño muscular y los médicos eran incapaces de ponerle una vía en el brazo ni pudieron tomarle la presión arterial.
Reconoció su culpabilidad en 14 de los cargos, incluido el de asalto con daño grave, secuestro, robo y una serie de hurtos. Se decretó su prisión preventiva hasta que se especifique su sentencia el próximo mes de julio.