Publicado 02/06/2017 18:58

Manos Unidas advierte del efecto del cambio climático sobre la pobreza y el hambre

Cartel de Manos Unidas por el Día Mundial del Medio Ambiente 2017
MANOS UNIDAS

   MADRID, 2 Jun. (EUROPA PRESS) -

   Manos Unidas ha advertido del efecto del cambio climático, provocado por ciertas actividades como el abuso de combustibles fósiles, sobre el hambre y la pobreza, ante la celebración el próximo lunes 5 de junio del Día Mundial del Medio Ambiente.

   "Las actividades industriales, productivas y económicas del ser humano, están ocasionando grandes cambios en el medio ambiente y en los ecosistemas debido, sobre todo, al abuso de combustibles fósiles y de productos químicos, al sobreconsumo de bienes no renovables, a los incendios, la tala indiscriminada, y la caza y pesca descontroladas. El efecto más negativo de esas acciones es, probablemente, el cambio climático", advierte el coordinador de Estudios de Manos Unidas, Fidele Podga.

   Además, según explica el coordinador de Estudios de Manos Unidas, Fidele Podga, son los pueblos más desfavorecidos "los que más sufren las consecuencias del cambio climático" y "los que dependen, en mayor medida, de la salud de los ecosistemas y de la productividad de la tierra".

   Ante esta situación, Manos Unidas se pregunta qué se puede hacer para encontrar la sostenibilidad del planeta, es decir, para satisfacer las necesidades actuales sin poner en peligro los recursos necesarios para el futuro.

   Podga precisa que aunque se lograsen eliminar por completo todas las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), no se podría revertir el calentamiento global y, por ello, añade que es necesario "cambiar el rumbo" para "proteger el medio ambiente de forma indefinida, sin tener que renunciar al progreso económico y social".

   Según estimaciones de la ONU, en el año 2030 la población mundial necesitará, por lo menos, un 35% más de alimentos, un 40% más de agua y un 50% más de energía. Si bien, Manos Unidas no cree que sea posible lograr esas metas, dentro de los modelos de producción actuales, sin que el calentamiento promedio del planeta aumente 5ºC a final de siglo.

   Por ello, Podga asegura que "urge una transición del modelo energético" así como "modificar estructuralmente los sistemas de producción, agrícola e industrial, para reorganizar la economía en función del bien común, y no del crecimiento económico, la ganancia y el consumismo".

   También plantea fortalecer la capacidad de adaptación al cambio climático de los pequeños productores agropecuarios, para quienes la nueva situación ha significado mayores dificultades para su subsistencia.

   "Conviene recordar que unos 550 millones de pequeños campesinos en el mundo tienen acceso solo al 12% de las tierras cultivables, pese a lo cual producen más del 70% de los alimentos. Fortalecer sus capacidades ayudaría también a combatir la injusticia climática, al reducir la vulnerabilidad de quienes son los menos responsables del cambio climático y los más castigados por él", apunta Podga.

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