MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los organizadores de la Segunda Flotilla de la Libertad a Gaza han instado en una carta a Naciones Unidas que revise la carga para demostrar las intenciones pacíficas de la misión y a que vele por la seguridad de las personas que realizan este viaje a la Franja de Gaza. Además, han pedido una reunión junto al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, para fijar los mecanismos de esta inspección.
El 31 de mayo del pasado año efectivos del Ejército israelí asaltaron una flota que pretendía romper el bloqueo de la Franja de Gaza para entregar ayuda humanitaria y mataron a nueve activistas, todos de nacionalidad turca. Además, 56 personas resultaron heridas y todos sus tripulantes, unos 500, fueron detenidos, aunque más tarde fueron liberados. La comunidad internacional criticó el ataque y pidió una investigación sobre los hechos.
El Gobierno de Israel informó en enero de este año de que el asalto se había producido de acuerdo con el Derecho internacional, aunque se habían producido errores. Muchas organizaciones de Derechos Humanos rechazaron estas conclusiones.
"Pedimos a las organizaciones internacionales competentes, especialmente a Naciones Unidas, que lleven a cabo una inspección total de nuestro cargamento y pasaje antes y/o durante nuestro viaje a Gaza" para demostrar las intenciones pacíficas de la organización, indican en la carta. Además, instan a la ONU a que realice una inspección al llegar a su destino.
En la carta fechada el 3 de junio y enviada también al presidente del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unias, Sihasak Phuangketkeow, y a la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, los organizadores piden que se proteja el cargamento de ayuda humanitaria que pretenden llevar a Gaza.
"Creemos que la comunidad internacional tiene la obligación de tomar medidas para proteger nuestra misión, impidiendo que Israel repita el ataque a nuestra flotilla y, además, protegiendo vidas inocentes y reforzando el imperio de la ley", declaran los organizadores de la Segunda Flotilla en un comunicado.
La Segunda Flotilla está compuesta por 12 barcos y está impulsada por organizaciones de 20 países: Argelia, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Inglaterra, Francia, Grecia, Indonesia, Irlanda, Italia, Jordania, Kuwait, Holanda, Noruega, Malasia, Escocia, España, Suecia, Suiza, Turquía y Estados Unidos. En España, la principal impulsora es Rumbo a Gaza.
Los activistas denuncian en la carta que el Gobierno israelí está presionando a la ONU y a los países que cuentan con organizaciones que participan en la Segunda Flotilla para que pongan en marcha una serie de medidas que eviten que sus ciudadanos formen parte de la misión.
Además, los organizadores indican que las autoridades israelíes están utilizando el argumento sobre su seguridad para instar a la ONU a que impida que la Segunda Flotilla parta rumbo a Gaza o "amenazan con usar todos los medios posibles para detenernos". En la carta, aseguran que "la intimidación previa a la Flotilla es mayor que la llevada a cabo el pasado año".
En el comunicado, la organización califica a la Franja de Gaza como "la prisión al aire libre más grande del mundo" y asegura que el bloqueo "ha tenido consecuencias catastróficas para la vida de sus habitantes, para las infraestructuras y para el medio ambiente".
Los activistas también critican que el Gobierno de Israel no está aplicando las recomendaciones realizadas por el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas sobre el asalto de hace un año contra la primer flotilla, como el pago de compensaciones a los afectados.