Actualizado 12/02/2009 18:07

El Banco Mundial advierte de que la crisis mundial sumirá a 53 millones más de personas en la pobreza

WASHINGTON, 12 Feb. (EUROPA PRESS) -

La extensión de la crisis económica mundial sumirá a 53 millones de personas más en la pobreza en los países en vías de desarrollo y, junto con el aumento de la tasa de la mortalidad, supone una seria amenaza para conseguir los objetivos internacionales para vencer la pobreza, según anunció este jueves el Banco Mundial (BM).

Las nuevas estimaciones para 2009 sugieren que el menor crecimiento de los índices económicos atraparán a 46 millones de personas más que viven con menos de 1,25 dólares al día, y 53 millones más permanecerán sumidas en la subsistencia con menos de dos dólares al día.

Estas nuevas previsiones subrayan la amenaza seria para conseguir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), especialmente el objetivo de reducir la pobreza a la mitad en 2015. La nueva investigación muestra que el brusco descenso de los índices económicos retrasarán significativamente el progreso en reducir la mortalidad infantil.

"La cisis económica mundial amenaza con convertirse en una crisis humana en muchos de los países en vías de desarrollo a no ser que puedan tomar medidas para proteger a los vulnerables de sus comunidades", declaró el presidente del BM, Robert Zoellick. "Mientras gran parte del mundo se centra en los rescates bancarios o en los paquetes de estímulo, no deberíamos olvidar que los pobres en los países desarrollados están más expuestos si sus economías fallan", añadió.

"Esta es una crisis mundial que requiere una solución global. Las necesidades de los pobres de los países desarrollados deben ponerse sobre la mesa", anotó Zoellick. Las estimaciones preliminares para 2009 hasta 2015 predicen además que una media de 200.000 a 400.000 niños más al año, lo que supone alcanzar la cifra de 2,8 millones, podrían morir si la crisis persiste.

El Banco Mundial también señaló en una nota que casi el 40 por ciento de los 107 países en vías de desarrollo están expuestos a un nivel muy alto a los efectos sobre la pobreza de la crisis y el resto está expuesto de forma moderada. Dicha nota manifiesta que es crítico para los países expuestos que financien la creación de trabajo, la efectividad de los servicios esenciales y las infraestructuras, así como las redes de programas de seguridad para las personas vulnerables.

Esta institución también manifiesta que tres cuartos de estos países aún carecen de fondos internos o externos para financiar programas con los que frenar los efectos de la crisis. La nota concluye con un llamamiento para que se realice un apoyo financiero en forma de subsidios o de préstamos con intereses muy bajos, o sin intereses, para estos países.