Actualizado 17/12/2007 13:45

Un fraile valenciano, de 81 años, hace mil belenes con material de desecho y recauda fondos para los necesitados

Emplea cáscaras de huevo, máquinas de escribir, juguetes y piñas y con este material elabora "a mano" todos los nacimientos


VALENCIA, 17 Dic. (EUROPA PRESS) -

Fray Conrado Estruch, un fraile capuchino valenciano de 81 años de edad, ha vuelto a poner a la venta este año más de mil belenes que ha realizado él mismo con todo tipo de material desecho o que la gente ya no utiliza, y con los que pretende ayudar a más de cien familias necesitadas de la ciudad y varias instituciones benéficas.

El fraile recoge piñas, ramas o musgo cuando va al monte, objetos que encuentra que la gente ya no utiliza, y los que algunos feligreses le llevan porque ya no usan, y con ellos realiza todo tipo de nacimientos. "Los hago en cualquier cosa; como veo a Dios en todos los sitios, lo pongo en todos los sitios", explicó a Europa Press.

Este año ha realizado más de mil nacimientos que ha colocado en objetos como "un cuchillo, una cuchara o una paleta de servir postre", así como en el interior de una cáscara de huevo, unas gafas de bucear o un portavelas. Ha empleado también una máquina de escribir antigua, un radiocassette estropeado, un barco pirata de juguete, un tambor o monitores de ordenador, entre otros.

En este sentido, Feli Martínez, una de sus ayudantes comentó que el capuchino "lo aprovecha todo para hacer belenes", como "guitarras, maderitas, clochinas, corcho de embalaje...". Sin embargo, la pieza que más éxito tiene, son las piñas. "Se pueden hacer con centenares, se las llevan todas. Este año había 300 y es lo que más se ha llevado la gente", indicó Fray Conrado.

TODO A MANO

El fraile construye sus nacimientos a mano, recortando tablas de corcho o 'customizando' objetos que ya no sirven, y pega las figuras del belén que compra, si bien, años atrás también realizaba él mismo. Y cuida todos los detalles. Así, fabrica los techos de las casas con trozos de esterilla de playa, o emplea dedales para hacer los cubos de los pozos del belén.

La afición por los belenes le viene a Fray Conrado desde la infancia, cuando ya elaboraba nacimientos. De hecho, explicó, eligió la orden franciscana porque "los belenes nacen de nuestro padre San Francisco, que hizo el primer belén en una masía de Greccio" allá por el año 1223. Esta afición, dijo, "son cosas que te inculca el Señor".

Fue un día que caminaba por el monte cuando se le ocurrió realizar belenes con cosas que no sirven o elementos de la naturaleza, de la que Fray Conrado dice ser un enamorado. "Iba por el monte y veía piñas y troncos y se me ocurrió. Una vez cogí una piña y dije: aquí podría hacer un belén, y empecé a hacer y tuvieron éxito", explicó.

Desde entonces, el fraile ha realizado incontables nacimientos. En un primer momento, relató, los hacía para hoteles. Estos establecimientos le encargan 80 ó 100, y eran "el regalo que hacía en Nochebuena a sus clientes". Posteriormente, le animaron a exponerlos y desde entonces, los muestra en el Convento de los Capuchinos para obtener dinero para los pobres.

DONATIVO

En este sentido, indicó que todo el dinero que recogen por la venta de belenes-- de los que se da un donativo voluntario-- se destina a cien familias necesitadas de Valencia, así como a instituciones como la Casa Cuna Santa Isabel, la asociación Provida, al Cottolengo o a diversas misiones. "Es mucho lo que se hace", señaló el capuchino, quien destacó que el año pasado se vendieron todos los belenes que realizó, más de mil.

Fray Conrado realiza belenes todo el año, si bien dedica más tiempo cuando se acercan las Navidades. A pesar de sus 81 años dice que no le cuesta trabajo hacerlos, sino que le gusta. "Me da alegría y gozo ver que donde va un belén va el foco de amor de Dios, que es el Niño Jesús", comentó al respecto. Incluso, bromeó, los hace "soñando".

EL PAPA TIENE UNO

Entre las personas que tienen un belén de Fray Conrado se encuentra el Papa Benedicto XVI, a quien el capuchino envió uno simulando una barraca valenciana, tras la visita del Pontífice a Valencia el pasado año.

Los que rodean y ayudan a Fray Conrado destacan la labor del fraile. "Es un trozo de cielo que nos ha bajado a la Tierra, es la persona que se dedica a hacer el bien" con todas las actividades que realiza, y con las que obtiene fondos para los más necesitados, indicó Feli.

Esta mujer indicó que hay todo tipo de gente que acude al convento a llevarse uno de estos belenes artesanales, desde personas de "economía bien" a otras más necesitadas que "se llevan lo pequeñito porque no se pueden llevar uno grande".