Alicia García, de 'Diseño para el Desarrollo': "Trabajamos con un producto artesano, que proporciona un sueldo digno"

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Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 21 febrero 2014 13:00

Social&Social dedicará su evento del 27 de febrero en Madrid, que lleva por lema 'Estilo Responsable', a la denominada 'moda consciente' con el fin demostrar que el comercio justo y la moda son compatibles. Una de sus ponentes, la directora de 'Diseño para el Desarrollo' y fundadora de Wonderland Fashion Company, Alicia García San Gabino, detalla en esta entrevista más características del evento.

.- ¿Cómo surgió la idea de poner en marcha una iniciativa que conjuga la moda y el comercio justo como es 'Diseño para el Desarrollo'?

En 2001, como inquietud personal, decidí ir a unas "vacaciones solidarias", pero buscando ser lo más útil posible. Elegí una cooperativa de mujeres que cosían y que intentaban vender sus productos al mercado del comercio justo. Estudié lo que hacían y vi las posibilidades infinitas y me di cuenta de que lo que necesitaban era orientación en base al diseño y formación técnica con respecto a la confección. Al ser diseñadora de moda encontré perfectamente una dinámica de trabajo que podría ayudarles y así fue.

El verano de 2001 se inició la revolución en Creative Handicrafts en Bombay. Y para focalizar los esfuerzos de un modo más institucional, creé en septiembre de 2003 la asociación sin ánimo de lucro Diseño para el Desarrollo.

.- Dar a las comunidades de artesanos conocimientos y habilidades para que su producto tenga la mejor salida posible al mercado y, al mismo tiempo, respetar los fundamentos de su cultura y su manera tradicional de trabajar. ¿Son ambas cosas compatibles?

Por supuesto. Es compatible y además uno de sus puntos fuertes. Ellas son expertas en su manera y técnica de hacer su artesanía, eso les da su personalidad y las hace diferentes al resto. Nosotras enfocamos esas técnicas a los usos y las tendencias del mercado internacional. Por eso se crean productos personales, originales y nada globalizados.

.- Otro de los objetivos de 'Diseño para el Desarrollo' es convertir a las mujeres de las comunidades con las que trabajan en empresarias. Este es un ejemplo más de cómo las mujeres de los países empobrecidos se están empoderando a través de iniciativas de este tipo, que les permiten vender sus productos en los países desarrollados. ¿Estamos ante un auténtico movimiento internacional protagonizado por estas mujeres?

El movimiento global existe, ya que gracias a la comunicación, muchas personas se están enterando de hasta dónde pueden llegar. Ya no se quieren limitar a un comercio local y por ello, al ver que hay más posibilidades de negocio, aunque sea desde una visión muy ingenua, ellas ven que quieren y que se pueden vender sus cosas.
Además, se sienten orgullosas cuando saben que algo que ellas han hecho se está vendiendo en la otra parte del mundo. Reaccionan muy bien, trabajan duro y su autoestima sube y tira de ellas.

.- Fruto de la labor de 'Diseño para el Desarrollo' surgió la distribuidora 'Wonderland', cuyo objetivo es facilitar la llegada a las tiendas de los productos textiles de las artesanas. ¿Cuáles son las principales dificultades en este camino entre la productora del sur y la tienda del norte?

Hay ciertas exigencias que aún están demasiado arraigadas y que personalmente creo que están cambiando. Un gran lastre es el de los precios. Estamos mal acostumbrados a una producción barata en busca de un alto rendimiento económico. Lo que provoca que a las tiendas no les salgan las cuentas si apuestan por otro tipo de productos.
En nuestro caso, trabajamos con un producto artesano, hecho a mano y que proporciona un sueldo digno a la trabajadora. Eso tiene un precio, y es ese precio, ni más ni menos... no hay opción para el regateo o la oferta especial.

Por otro lado, trabajar de este modo es más costoso en tiempos, por lo que hace falta una planificación mayor. También ayudaría la opción de la venta online, que se supone sirve para vender en el mundo entero, con alternancia de estaciones compatibles. Es decir, aquí es invierno y en el sur es verano. Lo cual nos permite no ser tan rigurosos con las estaciones. Eso ayudaría bastante.

Finalmente está el tema de la calidad. La perfección en el producto artesano tiene sus características. ¿Es más perfecto cuanto más imperfecto? Aunque se busca la igualdad en las piezas, las medidas exactas para la tallas... a veces hay pequeñas variaciones, para unos estas variaciones son un defecto, para otros es ahí donde reside su encanto.

.- ¿Los pedidos de las tiendas se deben más al componente social del producto, como una acción de RSC, o más bien a su calidad y diferenciación respecto de las otras prendas?

La idea es que el producto sea comprado porque gusta, por su calidad, por su diseño, porque es algo que está hecho con mucho amor, aunque requiere una mente abierta a las diferencias con un mercado más "tradicional" y saber adaptarse a las circunstancias de los productores.

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