Publicado 13/01/2016 10:14

Antonio Tovar, director general de ANEFHOP: "No todas las empresas son iguales, ni todos los hormigones son iguales"

Anonio Tovar, director general de ANEFHOP
ANEFHOP

El director general de la Asociación Nacional Española de Fabricantes de Hormigón Preparado (ANEFHOP), Antonio Tovar, detalla en esta entrevista a Europa Press las características del sello de calidad certificada 'Hormigón Expert' y la situación del sector.

.- ¿Por qué surgió la idea de poner en marcha el sello de calidad certificada 'Hormigón Expert'?

Las crisis, y más una tan dura como la que hemos vivido en el sector en los últimos años, conllevan irremediablemente ajustes de costes en las empresas que podrían afectar a los estándares y a la percepción que de nuestro sector tiene la sociedad. En este sentido, desde Anefhop hemos puesto en marcha un programa de certificación para nuestros asociados con el que queremos demostrar que: "No todas las empresas son iguales, ni todos los hormigones son iguales".

Nuestros asociados concentran casi el 60 % de la producción en España, lo que nos sitúa en una posición preferente a la hora de certificar que nuestro hormigón es sinónimo de excelencia. Esa fue la motivación para nuestro programa "Hormigón Expert Anefhop", un sello de calidad certificada, con el que subimos el listón de nuestras empresas por encima de las exigencias legales, basado en tres pilares: prevención de riesgos laborales, calidad de producto y protección del medio ambiente, que se controlan durante todo el proceso completo de fabricación, desde la obtención de materias primas, hasta la puesta en obra, pasando por la dosificación, distribución y transporte en todas sus fases. Todo ello permite que llegue a las obras un material de calidad óptima, imprescindible a la hora de garantizar la seguridad y durabilidad de edificios e infraestructuras.

.- ¿Qué requisitos hay que cumplir para obtener esta certificación?

El sello "Hormigón Expert" define 142 requisitos que toda central de fabricación debe cumplir para asegurar la excelencia en todos sus procesos. Se realizan controles muy exhaustivos en todas las fases de fabricación del producto, pasando por equipos de dosificación y transporte; almacenamiento, análisis y procedencia de las materias primas; control de calidad del proceso, y producto final.

También promueve una protección activa del entorno, con una gestión ambiental por encima de las exigencias marcadas en la ley. Por poner solo algunos ejemplos, entre los requisitos se encuentra tener instalaciones con vertido CERO, para preservar el entorno; optimizar la gestión de residuos, para reutilizar al máximo los subproductos originados, o minimizar las emisiones de ruido y polvo durante el proceso de fabricación, entre otras.

A estos requisitos se suma, por supuesto, el cuidado extremo de trabajadores, proveedores y visitantes en las instalaciones, primando siempre la prevención de riesgos laborales.

.- ¿El sello ya está operativo? ¿Cuántos asociados lo poseen? ¿Cuál será su vigencia?

Aunque aún estamos en la fase de implantación, casi 500 plantas, que suponen un 80% del total de las adscritas, cumplen con todos los requisitos y cuentan con esta certificación. Nuestro reto ahora es conseguir que todos y cada uno de nuestros asociados puedan ser acreedores de esta certificación en los próximos meses.

El sello tiene vigencia mientras la empresa cumpla con los estrictos controles marcados desde Anefhop, que se realizarán periódicamente. Se tiene establecido un procedimiento de revisión continua que permite verificar dicho cumplimiento.

.- ¿Están las administraciones públicas suficiente concienciadas en este campo? ¿Y las empresas?

Nuestra experiencia nos dice que las administraciones públicas necesitan una mayor concienciación y determinación a la hora de hacer cumplir el actual marco legal, necesario para defender y promocionar la excelencia y, paralelamente, impedir que prolifere la economía sumergida y la competencia desleal. Primar, en definitiva, a aquellas empresas que sí cumplen.

Para ello, es necesario que las administraciones dediquen recursos a mejorar la vigilancia del cumplimiento de la normativa, de las obligaciones fiscales y de los estándares de calidad de las compañías productoras de hormigón preparado. Todo ello es imprescindible si queremos que nuestro país cuente con un sector del hormigón competitivo, equiparable al de nuestros vecinos europeos, con garantía de continuidad en el tiempo y generador de empleo.

Respecto a las empresas, como ya he indicado antes, al igual que todos los hormigones no son iguales, todas las empresas tampoco lo son. En nuestro caso, podemos hablar por nuestros asociados, una parte mayoritaria del sector, que ha decidido, a través de su asociación, Anefhop, tomar las riendas y elevar los controles y estándares de calidad de sus plantas y procesos productivos con la creación de una certificación propia.

.- El sello gira en torno a cuestiones relacionadas con la seguridad, la calidad y el medio ambiente. De estos aspectos, ¿cuál suele ser el punto débil que tienen las empresas?

El hecho de que nuestra certificación evalúe el cumplimiento de 142 puntos en las materias indicadas implica un chequeo a fondo de todas las áreas de las instalaciones. Creemos que con el debido asesoramiento por parte de los técnicos de la asociación se han adaptado a un estricto cumplimiento del programa fijado. Simplemente, por un hecho cuantitativo, el protocolo de prevención de riesgos o seguridad de los trabajadores es más extenso y más laborioso de cumplimentar.

.- ¿Cuáles son las previsiones del mercado de cara al próximo año? ¿Creen que ya ha pasado lo peor de la crisis?

Estamos instaurados en unos niveles mínimos y, aunque, con nuestros datos actuales, que van hasta el cierre del primer semestre, se vislumbra un ligero repunte, la evolución del segundo semestre apunta a que cerraremos el año en unos niveles similares a los del ejercicio anterior.

Respecto a la segunda cuestión que plantean, no sabemos si ha pasado lo peor, pero lo que si podemos afirmar es que ésta ha sido una de las peores crisis por las que ha pasado nuestro sector. No olvidemos que, en la comparativa europea, España ha pasado de ser el primer productor de hormigón preparado de la UE en 2006 al sexto lugar, por detrás de Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia. En la actualidad, el consumo anual per cápita de España está en el 50 % de la media europea.

Evidentemente, para que nuestro sector repunte es necesario el despegue de la construcción y que se reactiven las inversiones en obra pública. Es necesaria una política de mantenimiento eficaz que minimice la repercusión futura de estos costes sobre las infraestructuras ya existentes. Por otro lado, existen numerosos puntos donde nuestro país está necesitado de mejoras, como el transporte de mercancías por ferrocarril, la red secundaria de carreteras o la gestión integral del ciclo del agua, por citar solo tres ejemplos concretos.

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