Cristina Alberdi cree que "faltan medios" para el éxito de la Ley contra la Violencia de Género

Europa Press Sociedad
Actualizado: viernes, 18 mayo 2007 17:48

La ex ministra de Asuntos Sociales y presidenta del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, Cristina Alberdi, explica que se está trabajando en el desarrollo e implantación de la Ley Integral contra la Violencia de Género, pero que el proceso es "lento" por la "falta de medios materiales y personales".

- El número de mujeres muertas, como consecuencia de la violencia doméstica en 2006, fue de 70. Pese a los esfuerzos, el número de víctimas a aumentó en 7 casos respecto a 2005. ¿Qué más se puede hacer?

Creo que está trabajando en el desarrollo e implantación de la Ley Integral contra la Violencia de Género pero es una ley que no da sus frutos de manera inmediata. El problema es que hay que desarrollar más juzgados y faltan medios materiales y personales. Lo que hay que hacer es un seguimiento de la ley y ver en qué puntos está fallando la cadena de asistencia; hay que tener en cuenta que muchas de las mujeres que han sido asesinadas no habían puesto ninguna denuncia.

- La información sobre casos de violencia de género en los medios de comunicación, ¿ayuda a concienciar a la sociedad?

Pienso que, aunque se está mejorando, debería haber un tratamiento mejor. Los medios de comunicación están intentando no entrar en el morbo pero ahí hay que mejorar en la información y, sobre todo, tomar conciencia de que es un problema de extrema gravedad que hay que tratar con mucho más cuidado. Es importante no dar excesivos datos de las mujeres que son víctimas y también desarrollar el perfil del maltratador.

- Como presidenta del Consejo Asesor del Observatorio contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid, ¿qué líneas de trabajo va a seguir?

Yo fui nombrada nada más empezar ésta legislatura, que ahora termina. Hicimos la Ley Integral contra la Violencia de Género en la Comunidad de Madrid y hemos estado informando y aportando sugerencias al Observatorio, y, ahora, en la nueva etapa, yo creo que lo que hay que hacer es asegurar que la Ley nacional se desarrolle en la Comunidad de Madrid con las garantías de eficacia que lógicamente una ley de estas características tiene que tener.

- La respuesta legislativa ante este problema no ha sido del todo eficiente por la falta de dotación de medios, ¿significa que ha habido poca implicación institucional?

Los juzgados están colapsados y aunque se van a ampliar en Madrid, no va a ser suficiente. Creo que cuanto más se ha impulsado el número de denuncias, se tenía que haber ampliado, paralelamente, el número de juzgados. Eso no se ha hecho y ha sido un fallo porque la ley es valiente y tenía que haber tenido, como contrapartida, los medios suficientes para su desarrollo.

- ¿Qué ocurre con la distinta penalización de hombres y mujeres?

En la Ley Integral contra la Violencia de Género hay una parte que está pendiente de resolución en el Tribunal Constitucional, que es la distinta penalización para hombres y mujeres, en cuanto a las amenazas y coacciones. Eso a mi juicio, y a juicio del Consejo, es discriminatorio y hay más de setenta recursos de inconstitucionalidad. Probablemente el Tribunal Constitucional lo resuelva modificando la ley en ese punto. Este aspecto es importante porque ha generado un agravio comparativo entre hombres y mujeres, que ha perjudicado a la ley en su conjunto y que no era necesario para desarrollar una ley ambiciosa, como era ésta; no era necesario agraviar a todo el colectivo de hombres, tipificando como delito la coacción y la amenaza, si se trata de un hombre; y de falta, si se trata de una mujer.

- ¿Qué nos puede decir de la Ley de Igualdad, que se ha aprobado recientemente?

La paridad es un cambio importante porque contribuye a la participación equilibrada en la toma de decisiones políticas de hombres y mujeres: ni más de un 60%, ni menos de un 40%. El cambio se ha producido en la participación política de las mujeres, de ser muy bajo a llegar ahora casi un 50% y estar, según qué partido político, en la cúpula de la Unión Europea.

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