Inoportunas dudas sobre el cambio climatico. ¿Y qué?

Europa Press Sociedad
Actualizado: martes, 23 octubre 2007 15:53

Comenzando por el principio, como tiene que ser, Mariano Rajoy se equivocó el lunes por la tarde cuando con tal de ir de normal, metió la pata hasta el fondo. No tanto por el contenido de sus dudas, respetables cuanto menos, sino por la forma de expresarlas, el modo, el lugar y hasta por el momento político en el que vivimos.

Porque evidentemente surgen dudas a miles sobre la campaña mundial orquestada por Al Gore y sus amigos alertando del cambio climático, faltaría más; pero una cosa es una cosa y otra tomárselo a chirigota, como si se estuviera fumando un puro con unos amiguetes de tertulia.

Rajoy le puso el balón al PSOE en el segundo palo, botando para rematar a media altura y a medio metro de la línea de gol. Así se lo ponían a Fernando VII o a Felipe II, dependiendo de quién haga la metáfora histórica. Los socialistas ya tienen para semanas, si no meses, de pitorreo. ¿Qué responderá Rajoy cuando en un debate televisado, Zapatero o quien fuere le ponga sobre la mesa el debate energético, las emisiones o el deshielo polar?

En clave interna del PP, el papelón tampoco tiene desperdicio. ¿No quedamos en que el coordinador del programa electoral, Juan Costa, fue fichado para tal puesto por sus conocimientos en materia económica y en las teorías por la lucha contra el cambio climático? Más allá de cuestiones sobre estrategias políticas, ¿cómo se puede trivializar el problema de este modo, aunque sea para discrepar?

De hecho, cuando Rajoy termina su intervención, quizás dándose cuenta de que se ha metido en un jardín sin flores, asegura que lo preocupante es el debate energético y las emisiones, o sea, dos de los factores protagonistas del debate sobre el cambio climático. Un desastre.

Pero aparte de la inoportunidad, hay bastante demagogia sobre todo lo que rodea a este tema. Por lo general, cuanto más marketing, menos fiabilidad y concreción de las cosas. Dicho de otro modo, el show que Al Gore plantea multimillonariamente por el mundo entero canta demasiado. Ha encontrado un chollo, posiblemente basado en verdades, pero un chollo al fin y al cabo. De ahí, que cada vez más, científicos y expertos de todo el planeta digan que sí, que vale, pero también que "tranquilito".

Y es que hay verdades oficializadas a costa de perseverar, de vender conferencias y cintas de vídeo, que terminan siendo dogmas de fe. ¿Por qué? ¿Y si se discrepa en el fondo de las teorías sobre el cambio climático, qué pasa? ¿No se puede? La casualidad ha hecho que ayer mismo me llegara un libro titulado: 'Las mentiras del cambio climático. Un libro ecológicamente incorrecto', publicado por LibrosLibres y cuyo autor es Jorge Alcalde. Más oportuno imposible.

Habrá que leerlo, sin bromitas, sin ridiculizar las cuestiones, pero a fondo.

Porque quizás Rajoy tuviera razón al plasmar las dudas de su primo el físico Brey, pero desde luego, no puestas así encima del tapete. ¿No se acuerda de que hay elecciones a la vuelta de la esquina?

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