Actualizado 26/06/2009 15:47

Las 165 mujeres madrileñas con equipos tecnológicos antimaltrato contarán con dispositivos más precisos y eficaces

Granados presentó este nuevo sistema que localiza a la victima vía GPS y detecta la proximidad del agresor a más distancia


MADRID, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las 165 mujeres de la región acogidas al sistema de detección de proximidad para víctimas de violencia de género contarán a partir del verano con nuevos equipos más precisos, al sustituirse las pulseras antimaltrato que existen hasta ahora por un nuevo dispositivo más reducido, con menos número de aparatos y más eficaz, al detectar al agresor a más distancia, y al permitir que se establezca la comunicación directa sin necesidad de móvil y localizar a la víctima vía GPS.

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior y la de Empleo y Mujer, Francisco Granados y Paloma Adrados, respectivamente, asistieron a la presentación de este sistema, pionero en España, al igual que el anterior, que supondrá una mejora para las víctimas. La Comunidad dispone de un total de 225 equipos, que se irán sustituyendo a partir de este verano por los más novedosos para las necesidades que se puedan presentar.

Granados destacó la importancia que da el Ejecutivo regional a la protección de las víctimas de violencia de género, "tal y como demuestra el hecho de que para los brazaletes antimaltrato se inviertan este año cerca de dos millones de euros o se pongan en marcha iniciativas como los cursos de violencia de género para agentes de las Brigadas Especiales de Seguridad de la Comunidad de Madrid (BESCAM), que precisamente hoy concluyen".

MAYOR ALCANCE POR RADIOFRECUENCIA

Granados explicó que hasta el momento el equipo antimaltrato para el agresor era un brazalete colocado en la muñeca o tobillo del agresor y dotado con radio-frecuencia en conexión con los equipos de la víctima y con el centro de control. A ello se le unía una unidad GPS con tarjeta de telefonía móvil que comunicaba el posicionamiento del agresor con el centro de control y avisaba si el brazalete se manipulaba o saboteaba.

Por último, existía un tercer aparato para incrementar el alcance de la señal ubicada en el domicilio del agresor. Pues bien, en este caso estos tres equipos son sustituidos por dos de mucho menor tamaño. El primero de ellos es un brazalete pero con mucho mayor alcance de su radiofrecuencia, de tal manera que ahora se controla la proximidad del agresor a la víctima cuando está a los 500metros si existen interferencias (frente a los 100 anteriores) y a más de medio kilómetro si no las hubiera (antes máximo 500 metros).

La segunda es la unidad GPS de menor tamaño, con mayor autonomía de batería y la posibilidad de emitir y recibir datos y la comunicación con el agresor con el centro de control sin necesidad de que este tenga su teléfono móvil.

Por su parte, el equipo de la víctima hasta el momento se componía de una unidad ubicada en su domicilio con tarjeta de móvil para que se comunicara con el centro de control y que recibía la señal de la pulsera del agresor, una unidad portátil con las mismas funciones y una tercera para incrementar el alcance de la señal también en el domicilio de la víctima.

A partir de ahora, la mujer dispondrá de una sola unidad GPS con telefonía móvil y radiofrecuencia que, además de recibir la señal de la pulsera del agresor y comunicarse con el centro de control, comunica su posición GPS, de tal manera que si necesita ayuda se conocerá el punto exacto para localizar a la víctima.

Además, esta unidad permite que la mujer no tenga que llevar el teléfono móvil para hablar con el centro de control, ya que hay una intercomunicación gracias al aparato. Al mismo tiempo, se consigue una amplitud de la radiofrecuencia, de forma que la víctima detecta al agresor desde una mayor distancia.

El consejero de Presidencia, Justicia e Interior recordó que en conjunto estos equipos permiten localizar exactamente desde el centro de control tanto a la víctima como al agresor y comunicar desde el mismo con ambos. Además, se posibilita el cumplimiento exacto de la orden de alejamiento, ya que al incorporar GPS a la víctima se puede observar con minuciosidad la zona de exclusión en la que no puede entrar el agresor.

CURSOS POLICIALES ANTE LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Respecto a la citada formación para policías que hoy concluye, Granados destacó que es fruto de un convenio entre la Consejería de Presidencia, Justicia e Interior, y la Consejería de Empleo y Mujer para mejorar la respuesta policial ante las situaciones de riesgo que sufren las víctimas de malos tratos. En estos cursos del nivel básico han participado 73 alumnos y los han superado el curso casi la totalidad, un 95 por ciento.

En los meses de octubre y noviembre se retomarán los cursos de nivel avanzado, que permitirán profundizar en los conocimientos, actitudes y habilidades que necesitan los agentes para realizar de manera óptima una intervención policial ante un delito de violencia de género.

Las estrategias psicosociales de atención a las víctimas del maltrato --información, orientación, denuncia, protección a la víctima, cómo reaccionar en situaciones de crisis-- o el funcionamiento interno de una unidad de violencia de género en la Policía Local forman parte de los contenidos de esta acción formativa avanzada. Para acceder a estos cursos será necesario haber superado los primeros.

Estos cursos de formación especializada se complementan con otros que también tiene la Academia de Policía de la Comunidad de Madrid en marcha cuyo objetivo es que los agentes de Policía Local dispongan de la mejor formación y herramientas para atajar este problema, como el de Defensa personal policial femenina y violencia de género, en el que los agentes aprenden técnicas específicas de autoprotección y mejoran las técnicas de control del estrés de la mujer ante situaciones de violencia de género.

También destacan los de intervención con entrada en lugares cerrados, así como los de negociación e intervención en situaciones de crisis en el interior de inmuebles donde se presta una atención especial y se simulan situaciones de crisis por violencia de género, entre otros. Granados resaltó la importancia de estos cursos de formación en casos de violencia de género, en los que las mujeres son especialmente vulnerables y en los que es de máxima importancia que los agentes de Policía actúen de una forma adecuada y eficaz, tanto con el agresor como con la víctima.

LA VIOLENCIA DE GÉNERO EN LA REGIÓN

Granados señaló que todas las medidas son pocas para afrontar esta lacra e hizo referencia a los últimos datos registrados el pasado año en los juzgados por esta materia, que establecieron un total de 31.887 asuntos penales ingresados, 6.542 órdenes de protección y 19.467 actos de violencia sobre la mujer.

En la Comunidad de Madrid existen 17 juzgados con competencia exclusiva en materia de Violencia sobre la Mujer, 10 de ellos en la capital y el resto en la periferia.

En este sentido, este mismo año el Gobierno regional ha propuesto al Ministerio de Justicia le creación de un juzgado más exclusivo en esta materia para la capital y otros tres en los municipios de Coslada, Collado-Villalba y Torrejón de Ardoz. En la actualidad existe un servicio de guardia que realizan dos de estos juzgados.