Actualizado 10/03/2009 18:42

Acusado de asestar tres puñaladas a su novia en Gran Canaria e intentar huir a Praga dice que "todo es mentira"

Los peritos afirmaron que "es imposible" que las heridas en la víctima fueran producto de que se hubiese autolesionado o por un "forcejeo"


LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

El hombre acusado de presuntamente asestar tres puñaladas con un cuchillo de cocina a su compañera sentimental durante una discusión en su vivienda en San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria), a quien posteriormente dijo que se iba a esperar hasta que se muriera pero huyó y fue detenido en el aeropuerto de Barajas en Madrid cuando intentaba viajar a Praga, aseguró hoy durante el juicio que "todo es mentira" y que "no tenía motivos para matarla".

"No he tenido vacaciones durante diez años, tenía tres meses libres y quería irme a mi país, Bulgaria, donde tengo familia y amigos, ella no quería que yo fuera y ése fue el motivo de discusión", afirmó B.D.S., de 53 años de edad, que negó que él apuñalara a su entonces pareja el día 15 de diciembre de 2007 e intentara huir después, sino que su viaje fue una "coincidencia".

"Yo no vi sangre, no toqué el cuchillo y no estuve esperando hasta que muriera", apostilló durante el juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Las Palmas y en el que la Fiscalía pidió para él 9 años de cárcel por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y 3 años de prisión por supuesta coacción, mientras que la acusación reclamó nueve años por presunto homicidio en grado de tentativa y dos años de prisión por la coacción a la víctima. La defensa solicita, en cambio, dos años de cárcel por supuestas lesiones.

Explicó que desde 1990 trabaja en España como artista, relaciones públicas y de animación en hoteles y conoció a la víctima, de nacionalidad alemana, en enero de 2007 y desde septiembre de ese mismo año convivían juntos.

Señaló que el día de los hechos se produjo una discusión y ella le "tiró un teléfono móvil en la cabeza y se colocó en la puerta con un cuchillo". "Ella me atacó porque no quería que yo viajara a Bulgaria, donde yo quería ir dos semanas y luego regresar en Año Nuevo", indicó B.D.S., que relató que la empujó, cogió la maleta y se fue de la casa.

Añadió que sobre las 16.30 horas llegó al aeropuerto pero no consiguió billete, por lo que regresó nuevamente por la noche con una amiga suya y lo compró y salió al día siguiente. En este sentido, negó haberle robado 1.000 euros a su pareja para el viaje y no supo explicar por qué sacó el billete el mismo día de los hechos y no antes. Tampoco pudo explicar por qué ella presentaba tres puñaladas.

Cuestionado por las pruebas de ADN que coinciden con restos de sangre en el cuchillo, argumentó que él era "el único que cocinaba en casa", al tiempo que reiteró que "todo es mentira y completamente falso".

Manifestó que lleva 35 años consumiendo alcohol y también lo hacía "casi a diario" mientras vivía con ella, a quien no quería dejar porque era "muy feliz" a su lado.

SEIS HORAS JUNTO A ELLA

La víctima, por su parte, manifestó que la discusión se originó por la adicción de él a la bebida y que ella le hizo la maleta para echarle de casa. Al ver asustada cómo él esgrimió el cuchillo la víctima cogió su teléfono móvil para contactar con la policía, pero él se lo impidió arrebatándole el aparato, empujándola y acorralándola en el despacho, donde, ya sentada en una silla por los empujones, le asestó las cuchilladas.

Relató que cayó al suelo, empezó a sangrar y temía por su vida. Imploró al procesado que llamara una ambulancia pero él se negó y le "ponía el cuchillo en el corazón" y le decía: "así va muy lento", según narró.

En un momento dado ella incluso le dijo que estaba "sufriendo mucho y que mejor le disparaba, pero él dijo que no tenía pistola en casa". "Yo creía que iba a morir desangrada y estaba convencida de que él sabía lo que hacía", apostilló.

Añadió que "todo fue muy rápido" y que él permaneció durante aproximadamente seis horas con ella mientras se desangraba y que tuvo la "gran suerte" de tener 1.000 euros escondidos que le dio a él para que se pudiera ir del domicilio. Asimismo, la víctima dijo que él, mientras ella estaba en el suelo, le decía que la "iba a matar, que iba a esperar hasta que muriera y que luego se mataría él".

Finalmente, B.D.S cogió el dinero y portando una maleta huyó del domicilio mientras la mujer arrastrándose por el suelo abrió la puerta de la vivienda y logró llegar hasta el dormitorio donde se tumbó en la cama y comenzó a gritar pidiendo auxilio.

Una vecina que paseaba por la zona con su perro, al escuchar los gritos de auxilio y observar "grandes manchas de sangre" en las cercanías de la puerta de la vivienda y dentro de la casa, llamó de inmediato a los servicios de emergencias y se personaron de inmediato agentes de la Policía Local.

El procesado, quien había dejado en el suelo y mortalmente herida a su compañera se refugió en casa de unos amigos a quienes solicitó que lo acompañaran al aeropuerto de Gran Canaria con el fin de comprar un billete de avión y abandonar la isla. De hecho, pudo viajar a las 07.05 horas del 17 de diciembre de 2007 en un vuelo con destino a Praga (República Checa) vía Madrid.

DETENIDO EN EL AEROPUERTO DE MADRID CUANDO SE DIRIGÍA A PRAGA

Sin embargo, el acusado fue detenido por agentes del Grupo de Policía Judicial de la Comisaría del aeropuerto de Madrid-Barajas a las 12.15 horas del mismo día en las inmediaciones del mostrados de facturación en la terminal uno.

Por su parte, la víctima, a su llegada la Hospital Insular de Las Palmas de Gran Canaria presentaba dos heridas por arma blanca en el abdomen y una en el tórax cerca del corazón que debieron ser reducidas mediante una rápida intervención quirúrgica como única forma de conjurar un "evidente grave peligro para su vida", según confirmaron los peritos.

De hecho, los forenses afirmaron que "es imposible" que las heridas en la víctima fueran producto de que se hubiese autolesionado. Negaron, igualmente, que fuera por "un forcejeo" entre ambas personas y recalcaron que "sin ninguna duda" las heridas, realizadas con un cuchillo de como mínimo diez centímetros de longitud, podrían haber causado la muerte de la mujer si no hubiera habido asistencia médica.

ÉL NO SUFRE TRASTORNO MENTAL

Asimismo, según los informes de los peritos, el procesado no tiene ningún trastorno mental y "está en plenitud de sus capacidades volitivas", además de que no existe informe de intoxicación etílica aguda del día de los hechos. "Las heridas son muy claras y con gran profundidad y también ella tenía heridas de defensa", añadió un perito.

Por otra parte, una amiga del acusado y que anteriormente había sido su novia declaró que el día de los hechos B.D.S. estaba "muy nervioso" y "quería irse a Bulgaria o a donde fuera". Reconoció que le pareció "extraño" que su amigo decidiera irse "tan rápido" de la isla, pero le acompañó al aeropuerto a comprar el billete de viaje.

Agregó que él "tenía un problema muy grande con el alcohol" e incidió en que el tiempo en que duró su relación de seis meses con el procesado "nunca fue agresivo".

Por todo ello, la Fiscalía pide para el procesado 9 años de cárcel por un presunto delito de homicidio en grado de tentativa y 3 años de prisión por supuesta coacción al amenazarla para apropiarse de 1.000 euros. Además, el Ministerio Público pide que B.D.S indemnice a la mujer con 3.729 por las lesiones sufridas y 17.877 por las secuelas padecidas, así como que le pague los 1.000 euros que supuestamente sustrajo.

La acusación reclama para el acusado 9 y 2 años de cárcel por presunto homicidio en grado de tentativa acabada y supuestas coacciones respectivamente, así como la misma indemnización solicitada por la Fiscalía. Sin embargo, la defensa pidió dos años de prisión por presuntas lesiones y planteó la atenuante del estado de embriaguez de su cliente el día de los hechos.