Actualizado 11/05/2009 21:13

Medio centenar de personas se concentra en las Juntas de Guipúzca en repulsa por el asesinato de Yasmín Zamira Rodríguez

La madre de Nagore Laffage lamenta que se siga matando "gratuitamente" y confiesa que su familia ya "no disfruta de la vida"


SAN SEBASTIAN, 11 May. (EUROPA PRESS) -

Medio centenar de personas, en su mayoría representantes de las Juntas de Gipuzkoa, Diputación, Gobierno vasco, Asociación Contra la Violencia Doméstica y en Defensa del Menor Acovidem y de la Plataforma de hombres guipuzcoanos contra la violencia de género se concentraron hoy junto al Parlamento guipuzcoano, en San Sebastián, en repulsa por el asesinato, el pasado sábado en Irún, de Yasmín Zamira Rodríguez, de 37 años, a manos presuntamente de su ex marido.

La concentración, silenciosa y que se prolongó durante cinco minutos, tuvo lugar a las 18.00 horas en la entrada del edificio que alberga el Parlamento guipuzcoano, a pocos metros del monolito en homenaje a las víctimas del terrorismo ubicado en este lugar, bajo el lema 'Por el derecho de las mujeres a una vida sin violencia' inscrito en una pancarta junto a la que se depositó un ramo de flores blancas.

En ella, participaron la presidenta de las Juntas, la socialista Rafaela Romero; representantes y portavoces de todos los grupos con representación en esta Cámara, Mikel Izagirre y Arantza González de EB-Berdeak; Miguel Buen y Félix Asensio de PSE; Iñigo Arcauz del PP; Maribel Vaquero del PNV; y Joxean Rekondo de EA, entre otros.

Asimismo, estuvieron presentes el consejero vasco de Vivienda, Obras Públicas y Transportes, Iñaki Arriola (PSE); la diputada foral de Política Social de Gipuzkoa, Maite Etxaniz; el presidente de la Fundación Donostia International Physics Center (DIPC), Pedro Miguel Echenique, que acudió como representante de la Plataforma de Hombres guipuzcoanos contra la violencia de género; Esher Antero de Acovidem; y la madre de Nagore Laffage, la joven irundarra asesinada el pasado 7 de julio en Pamplona, Asun Casasola.

Tras la protesta, se depositó la pancarta junto al monolito a las víctimas y se entregó el ramo de flores blancas a Casasola para que se lo hiciera llegar a la hija de Yasmín, Angie.

En declaraciones a los medios, la presidenta de las Juntas, Rafaela Romero, reiteró su compromiso por "la lucha para eliminar la violencia de género", así como "la colaboración" que el Parlamento guipuzcoano llevará a cabo con el resto de instituciones competentes para que "se incrementen las medidas de protección, atención, prevención, asistencia y de castigo" de quienes "maltratan a las mujeres".

Además, Romero mostró su "solidaridad" con "todas las víctimas de la violencia de género", con aquellos hombres que "se comprometen y dan la cara" frente a la misma y con "todos los Jesús Neira y Juan Pablo Urtizberea, que los hay", y que "no sólo condenan y rechazan la violencia de género", sino que, además, "ayudan a sus víctimas".

"Pedimos a la sociedad que ayuden, apoyen y estén al lado de las víctimas de la violencia de género y nunca las dejen solas", porque "ellas si saben que no están solas acabarán de levantarse del sitio donde las tienen arrodilladas sus maltratadores", concluyó.

"MATAR GRATUITAMENTE"

Por su parte, Asun Casasola, muy emocionada, con una rosa blanca en la mano y sin poder contener las lágrimas, recordó la muerte de su hija. "Yo perdí a mi hija, y ahora una hija ha perdido a su madre, es lo mismo", lamentó.

La madre de Nagore Laffage denunció que se trata de nuevo de "matar gratuitamente, por nada", al tiempo que se comprometió a estar en todas las concentraciones que se convoquen en memoria de Yasmín para "exigir que se haga justicia, que los juicios sean más rápidos, educación, que se endurezcan las penas, que los culpables cumplan las penas que tienen que cumplir, alguien tiene que hacer algo para que esto se acabe".

"Desde que Nagore se marchó vivimos pero no disfrutamos de la vida, estamos aquí por estar y esto le va a pasar a la hija de Yasmín, a su familia", lamentó entre sollozos.

Finalmente, desde Acovidem su representante Esther Antero abogó por "hacer los cambios pertinentes, a nivel legal y de muchísimas sensibilidades, para que esto no vuelva a ocurrir" y para que "se endurezcan las penas por este tipo de delitos", porque "muchas veces no cabe más que un castigo severo para que algunos piensen un poquito antes de actuar".