ZARAGOZA, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Nueve de cada diez homicidios por violencia doméstica son 'muertes silenciosas', es decir, sin que anteriormente se registren agresiones en el ámbito familiar. Así, lo recoge un informe gestionado por el Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, y realizado por el médico forense, Juan Antonio Cobo, sobre la prevención de "la muerte homicida doméstica".
Este estudio en el que se han revisado 266 asesinatos y 626 casos de control, es una fase preeliminar, "ahora otros 70 investigadores confirmarán los datos e intentarán buscar un camino único de prevención", explicó el Justicia.
El doctor Cobo, remarcó la importancia de "no olvidarnos de los homicidios silenciosos porque son un porcentaje muy alto y habitualmente no forman parte de las medidas de prevención". En estos casos, el asesino "pasa por un proceso de rumiación silenciosa que no aparecen exteriormente como agresiones sino que se convierte en una obsesión" y apuntó que "el primer acto agresivo suele ser directamente la muerte y además de una manera explosiva".
El informe aconseja a la víctima, esencialmente mujer, que luche contra su tolerancia y retome un papel activo, además presenta un manual de autoprotección. Respecto a la denuncia, el Justicia de Aragón sugirió "abrir un expediente informativo del Ministerio Fiscal ya que, en algunos casos, la víctima valora la denuncia como un salto excesivamente grande y esto le lleva al silencio", indicó.
Otro de los aspectos recogidos y destacados por el doctor Cobo es el gran número de homicidios ocasionados por gente mayor. "Existen casos de hombres seniles que cuidan a sus mujeres enfermas y las acaban matando porque no aguantan más. En estos casos habría que aplicar la ley de dependencia para que el cuidador pueda vivir la vida", afirmó.
Asimismo dijo que "si se previene exclusivamente el riesgo de nuevas agresiones, se nos escaparán muchas muertes homicidas ocasionadas por personas aparentemente normales porque poseen indicadores muy diferentes".
RECUERDOS.
A parte de las muertes silenciosas, en las que no hay indicios previos, existen casos de deterioro cognitivo en las que sí se producen. "El problema está en que las mujeres reconocen que su marido está teniendo comportamientos bruscos pero el recuerdo de que antes era un hombre bueno y educado no les deja tomar medidas", aseguró Cobo.
La tolerancia es otra de las causas que llevan a las mujeres maltratadas a guardar silencio."La necesidad de preservar la unidad familiar, asumida íntegramente por ella, le exige a mantener en silencio el malfuncionamiento familiar. Pospone cualquier interés personal al de protección de la relación doméstica", señaló el doctor.
Ante el gran número de muertes y su complejidad, García Vicente aseveró que hay que buscar otras medidas preventivas "la violencia de género se ha mantenido o incluso ha aumentado, en unos años en los que cada vez hay más medidas e información para intentar prevenirlas".
"Esto me lleva a pensar que no es un problema jurídico o administrativo sino social y que hay que buscar otras soluciones", añadió. Y es que, como aseguró el doctor Cobo, los asesinos de sus parejas no tienen miedo a la pena, "muchos de ellos esperan a la policía sentados en el sofá viendo la tele".
El estudio pretende potenciar un centro de información sobre la violencia de género abierto a todos los investigadores, "porque es necesario normalizar criterios de estudio y estandarizar contenidos de formación y respuestas", concluyó el doctor Cobo.