Actualizado 10/12/2009 15:35

Piden 11 años de prisión por estrangular a su mujer y confesar pensando que la había matado

Una de las hijas de la pareja declara a favor de su padre


BARCELONA, 10 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un hombre acusado de estrangular a su mujer con una cuerda en su casa en Vilassar de Dalt (Barcelona) y arrastrarla hasta el garaje pensando que estaba muerta, declaró hoy durante el juicio, celebrado en la Audiencia de Barcelona, que él "solo apretó la cuerda" y no sabe si tenía intención de matarla.

Cuando vio que su mujer no respiraba, Vicente L.R. la arrastró hasta el garaje e intentó subirla al coche para llevarla a los Mossos d'Esquadra. Al ver que no podía, se dirigió él solo a comisaría, donde aseguró a los agentes que acababa de matar a su pareja.

Tanto la Fiscalía como la acusación particular piden 11 años de prisión por un delito de asesinato en grado de tentativa con la agravante de parentesco y el atenuante de confesión.

La defensa alega que solo se puede imputar al acusado un delito intentado de homicidio.

Según relató el acusado, que padece un trastorno bipolar moderado, esa misma mañana el matrimonio había acudido a la psicóloga. El acusado asegura que estaba nervioso porque su mujer y la doctora "siempre se ponían en su contra y en contra de sus hijos" y "le dejaban verde".

Fue después de comer con su hija --que se marchó por haber discutido con la madre-- y de sentarse los dos a ver la televisión, que Vicente decidió bajar al garaje para coger una cuerda que, según le dijo a su mujer, necesitaba para atar unas ramas en el jardín.

Sin embargo, cuando se dirigía al jardín, decidió volver al salón y pasó la cuerda alrededor del cuello de la víctima, que estaba descansando en el sofá, y presionó hasta que creyó que estaba muerta.

Los Mossos d'Esquadra que acudieron al lugar encontraron a la mujer inconsciente en el garaje, con una cuerda atada fuertemente al cuello.

Según la víctima, Marta V.A., que declaró con un biombo para evitar el contacto visual con el acusado, no tuvo tiempo de reaccionar porque la cuerda la ahogaba y pensó en hacerse la muerta, aunque después ya no recuerda nada más. Sobre el ambiente que se vivía en la casa, Marta V.A. asegura que su marido estaba enfermo y la "desprestigiaba" delante de los hijos.

Una de las hijas del matrimonio, a la que la madre echó de casa, declaró en el juicio a favor de su padre y aseguró que "no le extrañó" cuando su madre le contó lo sucedido y que su padre "no tenía ni voz ni voto en casa" y que siempre "se hacía todo como la madre quería", incluso le controlaba el tratamiento psiquiátrico y psicológico al marido y asistía a todas las sesiones.