MADRID 25 May. (EUROPA PRESS) -
La crisis bancaria y de liquidez en Gaza está afectando a la vida de los palestinos que viven en este territorio, ya que, mientras los funcionarios luchan por poder cobrar sus salarios, la entrega de la ayuda humanitaria se está viendo retrasada, por lo que miles de beneficiarios no están recibiendo sus prestaciones, informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.
A pesar de esto, Israel permitió esta semana la transferencia de 12,7 millones de dólares a Gaza para poder pagar a 65.000 empleados de la Autoridad Palestina (AP), de acuerdo con la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Desde que Hamás se hiciera con el control de Gaza en junio de 2007, el flujo de efectivo en Gaza se ha visto restringido, lo que ha dejado a los bancos de la zona sin el efectivo suficiente para permitir al personal de la AP cobrar sus sueldos, además de impedir las transacciones financieras básicas y el desarrollo de programas humanitarios, según la OCHA.
"Nuestras operaciones principales en Gaza se basan en el efectivo, ayudamos a la Autoridad Palestina a pagar los sueldos y pensiones y la Comisión Europea financia el apoyo a las familias vulnerables a través de sus cuentas bancarias, aunque no hay efectivo físico suficiente en los bancos para permitir que se hagan los pagos", aseguró el representante de la Comisión Europea en Jerusalén, Christian Berger.
"El sistema bancario en Gaza está al borde del colapso porque no hay suficiente efectivo físico", añadió. "Nuestros proyectos no reciben el dinero suficiente", aseguró. Aunque Israel acordó la entrada de unos 12,7 millones de dólares al mes, se requiere un mínimo de 25,5 millones de dólares, apuntó Berger.
"Permitimos que entre el dinero por parte de las organizaciones internacionales y de las agencias de la ONU si sabemos exactamente adónde va, de otra forma no podemos estar seguros de que el efectivo que entre en Gaza no va a las manos de Hamás", señaló el portavoz del Ministerio de Defensa de Israel, Shlomo Dror.
Cuando Hamás se hizo con el control en Gaza, los bancos israelíes decidieron no tener relación con los bancos de Gaza, debido que Hamás es considerado como "organización terrorista", manifestó Dror. "Si Hamás actúa como una organización terrorista, no ayudaremos ni nos coordinaremos con su gobierno", afirmó.
PAGOS PARA LOS NO REFUGIADOS
"Nos enfrentamos a la cuestión de la liquidez, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) está implantando un sistema de pago para aquellos que no son refugiados y cuyos hogares fueron dañados o destruidos durante la última operación militar de Israel", aseguró un miembro del PNUD, Husam Tubil.
El PNUD ha registrado a 13.300 hogares como destinatarios de ayuda, y cerca de 4.300 aún esperan a recibir los fondos necesarios para encontrar un refugio alternativo o para reparar su casa. El mismo esquema se está implantando para los refugiados en Gaza por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos en Oriente Próximo (UNRWA).
"La UNRWA está en proceso de distribuir efectivo para los refugiados con las casas dañadas y destruidas", explicó un portavoz de esta agencia, Adnan Abu Hasna. "Tenemos que entregar 20 millones de dólares, pero nos vemos con dificultades debido a la falta de efectivo", añadió.
Esta agencia también tiene dificultades para conseguir efectivo en Gaza que les permita pagar salarios o para darlo con destino a casos socialmente difíciles, la mayor parte para conseguir comida. De acuerdo con la UNRWA, hay más de un millón de refugiados palestinos en Gaza registrados. Cerca de 1,5 millones de palestinos viven en un territorio de 356 kilómetros cuadrados.
Las agencias de la ONU también están preocupadas porque la falta de efectivo está erosionando la transparencia del sistema bancario palestino y está propiciando la creación de un mercado negro poco saludable para la economía.