Actualizado 27/01/2009 14:58

El Ejército de Filipinas localiza la zona donde podrían estar los colaboradores secuestrados del CICR

MADRID, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El Ejército de Filipinas ha localizado la zona general donde se cree que milicianos islamistas retienen a tres colaboradores del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), según informa la agencia de noticias humanitarias de la ONU, IRIN.

Las tropas han seguido las huellas de los secuestradores en la isla de Jolo, en el sur del país, hasta las junglas cercanas a la ciudad de Indanan, un conocido baluarte rebelde donde se han llevado a cabo secuestros en el pasado, según declararon a IRIN responsables de la inteligencia militar.

El suizo Andreas Notter, de 38 años, el italiano Eugenio Vagni, de 62, y Mary Jean Lacaba, de Filipinas y de 37 años, fueron secuestrados mientras se dirigían a un aeropuerto local después de visitar los proyectos de agua y sanidad de la prisión provincial de Jolo. Varios hombres fuertemente armados requisaron su vehículo, marcado con el distintivo de la Cruz Roja, que fue recuperado posteriormente.

Los rehenes se pusieron en contacto con sus compañeros cuatro días después del secuestro, pero las líneas de comunicación se cortaron después de que los efectivos militares montaran un operativo masivo de rescate bajo las órdenes de la presidenta del país, Gloria Mapacagal Arroyo, y del jefe de las Fuerzas Armadas, general Alexander Yano.

Sin embargo, el director del CICR para Asia y Pacífico, Alain Aeschlimann, declaró hoy que los cautivos han vuelto a restablecer el contacto con las oficinas del CICR en Manila. "Hemos mantenido contactos telefónicos con Mary Jean, Eugenio y Andreas en las últimas 48 horas". "Dijeron que están bien dentro de las difíciles circunstancias que les toca vivir", añadió.

"Se los escuchaba tranquilos, esperamos que eso sea un signo positivo", manifestó, a la vez que reiteró la petición de su organización para que sean liberados pronto y sin condiciones. "Sin embargo, nos preocupa que los esfuerzos por traer de regreso a Mary Jean, Eugenio y Andreas se vean perjudicados por algún comentario que podamos hacer", subrayó este miembro del CICR.

Por su parte, la portavoz del Mando de Mindanao Occidental, teniente Steffani Cacho, que cubre la zona de Jolo, declaró que las tropas tienen una idea general del lugar donde están los rehenes, aunque no se han dado instrucciones para lanzar una operación de rescate ya que están pendientes de la confirmación final.

"Tenemos una idea del lugar en el que están, pero estamos trabajando en el ámbito de una comisión de crisis dirigida por el gobernador de Jolo, Sakur Tan", que sigue trabajando a través de diferentes canales en el terreno para recuperar sanos a los tres y evitar una confrontación que podría dañar de forma potencial a los rehenes, aseguró Cacho.

El secuestro subraya los riesgos a los que se enfrentan las agencias de ayuda humanitaria en el sur de Filipinas, según estos responsables. A los rehenes se les había ofrecido una escolta armada por parte del Ejército, pero lo rechazaron para mantener el código de neutralidad de su organización.

El grupo Abu Sayyaf, o 'portador de la espada', ha raptado a decenas de turistas extranjeros, cooperantes y miembros de diferentes grupos religiosos desde finales de 1990. Está considerado como el más implacable de las bandas armadas que operan en el sur y sus inclinaciones ideológicas se diluyeron en operaciones criminales después de que su fundador, Abdurajak Abubakar Janjalani, un muyahidin entrenado en Afganistán, muriera en un enfrentamiento armado con la Policía en 1998, provocando una lucha interna de poder.

El Gobierno estadounidense tiene al grupo en sus listas de organizaciones terroristas extranjeras y está ayudando a las tropas locales en su intento de luchar contra el terrorismo mediante el apoyo logístico y de la Inteligencia.

Un portavoz de los Cuarteles Generales del Ejército en Manila, teniente coronel Ernesto Torres, señaló que pueden pedir a sus homólogos estadounidenses vehículos aéreos no tripulados para sus operaciones de búsqueda, pero hizo hincapié en el hecho de que las fuerzas norteamericanas no están involucradas de forma activa en el combate, de acuerdo con la Constitución filipina.