MADRID 29 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno expresó hoy su "satisfacción" por el acuerdo internacional alcanzado ayer en Dublín para la prohibición del uso de bombas de racimo.
"Es una enorme satisfacción para el Gobierno porque consideramos un acto absolutamente inhumano la utilización de este tipo de armamento", declaró el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Angel Moratinos, ante la Comisión de Defensa del Congreso, reunida para aprobar el envío de dos misiones a Chad y Líbano.
Más de 100 países, entre los que no se encontraba Estados Unidos, acordaron ayer en una conferencia internacional en Dublín el borrador de un tratado para prohibir el uso de las municiones de racimo. El borrador será presentado en una sesión plenaria el próximo viernes para su aprobación definitiva, que se presenta simplemente como una formalidad.
Las municiones de racimo, al explotar en el aire, diseminan cientos de pequeñas bombas en una amplia zona, las cuales a menudo no llegan a detonar, por lo que crean pequeños campos de minas que pueden causar la muerte o herir a cualquiera que las encuentre más tarde. Del total de bajas causadas por este tipo de munición, el 98 por ciento son civiles.
El tratado obligará a prohibir las dos bombas de racimo que se fabrican en España (la BME-330 de Expal, y la MAT-120 de Instalaza) y a eliminar los arsenales con que cuenta el Ejército.