La Policía y la Guardia Civil continúan buscando a los niños rumanos que se fueron con su madre

CÁCERES, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Policía Nacional y la Guardia Civil continúan trabajando para localizar a los niños rumanos de 10 y 8 años que desaparecieron del centro de menores San Juan Bautista de Badajoz cuando salieron a dar una vuelta por la ciudad y aprovecharon para quedar con su madre e irse con ella.

Así lo indicó hoy la delegada del Gobierno en Extremadura, Carmen Pereira, en declaraciones a los periodistas antes de la inauguración del IX Encuentro Estatal de Servicio y Asistencia Jurídica Penitenciaria que se celebra hasta el sábado en Cáceres.

Pereira incidió en que los niños, que son tíos de la pequeña muerta en Talarrubias presuntamente por malos tratos, estaban en el centro, propiedad de la Junta de Extremadura, en régimen de acogimiento y que podían salir a la calle con asiduidad "porque se trata de que hagan una vida lo más normalizada posible", aseguró, al tiempo que subrayó que "los niños no han sido raptados", si no que se han marchado con su madre aprovechando una salida del centro.

No obstante, recordó que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado trabajan para "localizar y detener" a la madre y que una vez se conozca el paradero de la familia, actuará la Justicia, al igual que la Junta de Extremadura, que decidirá si asume la custodia de los menores para garantizar su integridad y su seguridad.

Para ayudar a la localización de los dos niños desaparecidos se han repartido fotografías de los mismos en comisarías de Policía y cuarteles de la Guardia Civil

Cabe recordar que los niños rumanos que han desaparecido, una niña de 10 años y un niño de 8, son hermanos del padre de la niña de dos años fallecida en la madrugada del pasado lunes en la localidad pacense de Talarrubias.

Pereira recordó que tanto el padre de la niña de dos años como la madre, ambos de 18 años de edad, se encuentran en prisión provisional por orden del juez que investiga la muerte de la pequeña, cuyo cadáver presentaba numerosas heridas y hematomas cuando ingresó en el Hospital Siberia-Serena.