YUBA, 14 Sep. (Reuters/EP) -
Un total de 16 personas han muerto a causa del brote de Hepatitis E que se ha desatado en tres campamentos de refugiados sudaneses ubicados en Sudán del Sur, en la frontera entre ambos países, según han informado las autoridades locales y Naciones Unidas en un comunicado conjunto.
El Ministerio de Sanidad ha indicado de que el brote de Hepatitis E es fuente de "una grave preocupación humanitaria" porque, aunque hasta el momento se han diagnosticado unos 400 casos, "el número aumenta a diario, aumentando también la presión sobre los recursos sanitarios disponibles".
El área afectada es el condado de Maban, ubicado en el noreste del país, que acoge a un total de 108.000 refugiados sudaneses. El director de Prevención y Respuesta del Ministerio de Sanidad, John Lagu, ha explicado que la propagación del virus se debe al hacinamiento y a las inundaciones en los campamentos.
"La buena noticia es que el brote vírico no es muy agresivo y que los casos de mortalidad son bajos. De momento, muy poca gente ha muerto", ha dicho Lagu, en una entrevista telefónica con la agencia de noticias Reuters.
No obstante, ha advertido del riesgo de que la Hepatitis E se propague desde los campamentos de refugiados a las localidades cercanas, donde, según ha apuntado, la gente es todavía más vulnerable por las dificultades de acceso al sistema sanitario.
"Esto es solo una muestra más de las pésimas condiciones humanitarias que hay aquí. Faltan comida, agua potable y letrinas. Tienes todos los ingredientes para que se dé este tipo de enfermedad", ha apuntado, por su parte, el miembro de Médicos Sin Fronteras (MSF) Stefano Zannini.
En los últimos meses cientos de miles de sudaneses han huido de los estados de Kordofán Sur y Nilo Azul hacia Sudán del Sur, a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas de ambos países y con los grupos rebeldes en la frontera común.
Sudán del Sur proclamó su independencia el 9 de julio de 2011, en cumplimiento del acuerdo de paz firmado en 2005, que puso fin a décadas de guerra civil. No obstante, los dos países todavía deben resolver asuntos pendientes, como la seguridad fronteriza y el reparto de los recursos petroleros.