DUÉKOUÉ (COSTA DE MARFIL), 25 (Reuters/EP)
Las víctimas de un ataque ocurrido el pasado viernes en Costa de Marfil contra un campamento de personas desplazadas, que se saldó con siete muertos y más de 50 heridos, han denunciado que las fuerzas de paz de la ONU no las protegieron.
Naciones Unidas y el Gobierno marfileño, que también tenía militares y policías en el campamento cuando sucedieron los hechos, se han culpado muturmente de lo ocurrido.
Una multitud formada por unas 300 personas, entre las que había numerosos hombres jóvenes armados con palos y machetes, irrumpieron el viernes en el campamento Nahibly al parecer para tomar represalias por un reobo que se había producido la noche anterior en la cercana ciudad de Duékoué, en el oeste del país.
"Echaron abajo la puerta para entrar (...), empezaron a destrozar las tiendas de campaña y dijeron: 'Traed gasolina, vamos a quemar las tiendas'", según ha declarado Sidiki Kehi Dambele a la agencia de noticias Reuters en el ayuntamiento de Duékoué, donde se han refugiado cientos de personas que vivían en Nahibly.
"Fui corriendo (al lugar donde estaban las fuerzas de la ONU) y subí a uno de sus camiones, pero me empujaron y me caí. Fue entonces cuando (la multitud) me cogió. Querían matarme, me golpearon con palos", ha explicado Dambele, que tiene vendados el brazo izquierdo y el codo derecho.
Jean Matthieu Taha, otro de los desplazados, ha afirmado que fue apaleado por unos jóvenes frente a los 'cascos azules'. "En ese momento, los blancos se quedaron parados. Si intentabas ir hacia ellos, hacia la ONUCI, incluso te perseguían, no sé por qué", ha indicado.
Costa de Marfil se está recuperando de la guerra civil que comenzó el año pasado cuando el entonces presidente, Laurent Gbagbo, se negó a aceptar su derrota en las elecciones de finales de 2010. Unas 3.000 personas murieron y cerca de un millón tuvieron que abandonar sus hogares, de las cuales 86.000 no han regresado todavía.
En el campamento Nahibly, que quedó casi completamente destruido, vivían unos 5.000 marfileños que aún no han vuelto a sus casas por la situación de inseguridad que afecta al oeste del país. En Nahibly había unos diez soldados y diez policías de la Operación de Naciones Unidas en Costa de Marfil (ONUCI) y, poco después de que comenzaran los incidentes violentos del viernes, llegaron refuerzos.
INVESTIGACIÓN
Un portavoz de la misión de paz, Kenneth Blackman, ha dicho a Reuters que la ONUCI ha establecido un equipo que se encargará de realizar "una investigación a fondo sobre lo que ocurrió en Duékoué".
"Ese equipo de investigación ya está trabajando sobre el terreno" y, una vez haya concluido su labor, "tendremos mucha más información", ha añadido. Las autoridades marfileñas también han afirmado que van a investigar los hechos.
La ONUCI, que tiene el deber de proteger a los civiles ante un riesgo inminente de que sufran violencia física, ha señalado que su labor en el campamento consistía en proporcionar seguridad a los trabajadores humanitarios y a su material, y que el viernes los 'cascos azules' fueron "rodeados por una multitud que les impedía el paso". Según la misión de paz, mantener la seguridad en Nahibly es responsabilidad de las autoridades marfileñas.
En Duékoué se han producido con frecuencia enfrentamientos por motivos étnicos --como los del viernes pasado--, agravados por disputas por la propiedad de tierras. Unas 800 personas fueron masacradas en esa ciudad durante el conflicto del año pasado, según organizaciones de Derechos Humanos.