Actualizado 16/10/2012 19:33

El acusado de ayudar a su pareja a secuestrar al hijo de ésta en Redondela (Pontevedra) acepta 9 años y medio de cárcel

Juicio Aldea Infantiles
EUROPA PRESS


VIGO, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El joven Bruno P.T., acusado de retener y amenazar durante varias horas a dos cuidadoras del centro de Aldeas Infantiles de Redondela (Pontevedra), para facilitar que su pareja pudiese llevarse de esas instalaciones a su hijo, ha aceptado este martes una pena de 9 años y 6 meses de cárcel.

La Sección Quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha acogido la vista de conformidad por la que el acusado, ciudadano portugués, ha aceptado dos años de cárcel por sustracción de menores, otros dos años para cada uno de los dos delitos de detención ilegal de las cuidadoras y otros tres años y medio por robo con intimidación.

El hombre, para quien inicialmente la Fiscalía pedía penas que ascendían a los 15 años y tres meses de cárcel, y quien carece de antecedentes, pidió perdón durante la celebración de la vista, en la que reconoció que estaba mal lo que había hecho y explicó que había actuado bajo la influencia de las drogas.

Los hechos sucedieron sobre las 12.00 horas del día 22 de enero de 2011, cuando, según el relato del Ministerio Público, el varón acudió junto a su compañera sentimental a las instalaciones de Aldeas Infantiles y, una vez allí, "el acusado colocó un cuchillo" a una de las cuidadoras, a la que exigió que los condujese al lugar donde estaba el menor, que era hijo de la mujer.

Allí, y "sin dejar de esgrimir el cuchillo", el individuo pidió tanto a esta cuidadora como a la otra que estaba con el bebé que le entregasen al niño y le dieran las llaves de sus coches, diciéndoles que si no lo hacían "las mataba". Así, se produjo "la entrega del menor" y el individuo se "hizo con diversos objetos" de los bolsos de estas empleadas, entre ellos las llaves de los vehículos.

El acusado mantuvo retenidas a las cuidadoras durante varias horas, facilitando así que su pareja, la cual permanece desde aquel día en paradero desconocido --al igual que el menor--, pudiera escaparse con el niño. Finalmente, las educadoras lograron escapar del lugar aprovechando que el joven se había quedado dormido, si bien la mujer y el hijo ya se habían marchado en el coche de una de ellas.