Actualizado 02/02/2009 21:34

Fundación O'Belén dice que la evaluación negativa de Múgica se debe a que está basada en entrevistas con los menores

Los centros de menores gestionados por Fundación O'Belén, los más criticados en el informe del Defensor del Pueblo


MADRID, 2 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Fundación O'Belén, Emilio Pinto, expresó hoy su "sorpresa" por el informe del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, que señala mala praxis en los centros de menores que gestiona la organización y atribuyó estos resultados a que la Alta Institución ha basado su estudio en entrevistas con los niños internados, "que están allí por la fuerza".

En una rueda de prensa convocada tras darse a conocer el contenido de las pesquisas de la Oficina del Defensor del Pueblo, Pinto defendió a la fundación y a sus trabajadores de algunas de las conclusiones del informe y explicó que en sus instalaciones "no se ata nunca a ningún menor, tampoco se le priva de alimentos ni de asistir al colegio".

Sobre los castigos en espacios de aislamiento, la directora del Área de Terapéuticos de la fundación, Gema Fernández-Cueto, argumentó que los centros "no tienen salas de aislamiento, pero sí salas especiales denominadas de baja estimulación o de contención, con protocolos de uso que están supervisados por la Fiscalía y de acuerdo con la normativa de cada comunidad autónoma".

Según explicó, con estas salas "se garantiza la integridad física de los chicos y de los educadores" puesto que el internamiento se produce "cuando ya no es posible la contención verbal" y "nunca durante más de 45 minutos" durante los que, aseguró, el niño está "siempre supervisado por un educador". "Efectivamente esas salas están acolchadas porque los chicos se golpean", agregó.

Pinto apuntó que el 40 por ciento de los niños internados está bajo medicación con la supervisión de un facultativo, ya que cada centro cuenta con un médico psiquiatra que está localizable día y noche y disponible tanto para acudir si es necesario, como para dar instrucciones mediante su teléfono móvil.

En 2008 pasaron por los centros de Fundación O'Belén 450 trabajadores y 2.231 niños de los que, según Pinto, el 85 por ciento "se reinsertó". En la actualidad, la fundación guarda a "unos 1.500 niños" aunque la tutela legal es de las comunidades autónomas. La dirección incide en que la proporción de educadores y menores es de "dos profesionales por niño".

Pinto explicó además, que los menores son enviados a los centros por distintos motivos, "o los padres les llevan porque ya no saben cómo conducir la situación, o provienen de otros centros que no han servido para atenderlos en su problemática, o por orden judicial". "Todos los centros son visitados por técnicos de las administraciones competentes y fiscales y durante estos once años, la Fiscalía no nos ha notificado ninguna orden judicial", apuntó.

La Fundación Internacional O'Belén fue constituida como tal el 22 de junio de 1999 en Azuqueca de Henares (Guadalajara) por Manuel Ureña, Javier Herrero, José Morales, Ángel Rodríguez, Manuel Pizarro y Emilio Pinto, que la preside en la actualidad. Según su página web, el 91,09 por ciento de su financiación procede de administraciones públicas. Pinto agregó que los fines son "la inserción sociolaboral, la educación obligatoria, el tiempo libre y las relaciones sociales".

LOS MÁS CRITICADOS

El informe del Defensor del Pueblo recoge con detalle las informaciones recabadas en entrevistas con menores internados en los 27 centros visitados. De entre todos los testimonios, los más críticos se han recogido en cuatro centros gestionados por Fundación Internacional O'Belén.

Así, sobre el centro que la institución gestiona de forma conjunta con la Comunidad de Madrid en Picón de Jarama, el informe dice, entre otras cosas, que se producen "muchas contenciones agresivas, incluso a los niños más pequeños", que "tanto el personal de seguridad como los educadores realizan contenciones (incluso algún educador "juega a hacer contenciones"), así como sanciones desproporcionadas y humillantes ("collejas educativas").

En cuanto al centro que O'Belén regenta en Guadalajara, el informe recoge que los menores internos "se encuentran muy descontentos" y denuncian "abusos de autoridad". Cuando se realizaron las entrevistas, los niños dijeron "llevar dos semanas sin agua caliente, de lo que la Dirección dijo no tener conocimiento. Asimismo, es notable la mala ventilación, al tener ventanas blindadas y no poder abrirse, a lo que hay que añadir además el mal olor procedente de un husillo en medio del salón", explica el informe.

Otro de los centros está en Cuenca y es clasificado por el Defensor del Pueblo como el tipo de instalación "que opta por un sistema rígido y cerrado y con una estructura contenedora, habitualmente con grandes espacios, personal y puertas de seguridad". Los menores se quejan de los cacheos y registros, al tiempo que "les abruma y asusta el módulo de observación", donde el menor pasa un tiempo "aislado de los demás".

El cuarto de los centros se localiza en Castellón. Los menores denunciaron "muchas contenciones y muy agresivas" y señalaron que "a veces" son encerrados durante una hora en una sala de aislamiento y "en ocasiones les inyectan medicación antes". Además, denunciaron que se les practican registros "en cuclillas y sin ropa".