Actualizado 18/10/2007 16:27

La mitad de los jóvenes emancipados en Cataluña necesita ayuda económica de los padres, según UGT

BARCELONA, 18 Oct. (EUROPA PRESS) -

El 57% de los jóvenes de entre 25 y 29 años emancipados en Catalunya, más de 170.000 personas, necesita de sus padres ayuda económica y en las tareas cotidianas para mantener su independencia, según un estudio de Avalot- Jóvenes de UGT de Cataluña.

El informe considera este fenómeno como el de los "semiemancipados" y culpa de esta situación a los bajos sueldos, a las jornadas laborales irregulares y a la dificultad de acceso a la vivienda.

La secretaria de Política Institucional de UGT de Cataluña, Eva Granados, explicó que en el caso de las parejas semiemancipadas "tienen la sensación de que no pueden estar con sus hijos y dependen de los padres. Por tanto nunca pueden llegar a ser adultos". "Es un modelo social inadmisible que hipoteca a tres generaciones", agregó.

Además de ayudas económicas, los padres suelen colaborar, por ejemplo, en cuidar a los niños, hacer la comida, comprar al mercado, coser y planchar la ropa. Es lo que el sindicato denomina "salario diferido".

Según sus cálculos, atender a los niños equivale a 360 euros de un mes de guardería, preparar la comida asciende a los nueve euros de un menú, mantener la casa es como pagar una hora a diez euros y arreglar unos bajos de unos pantalones cuesta cinco euros. Muchas de estas tareas recaen en los padres de jóvenes académicamente preparados, pero que tienen bajos salarios y problemas de conciliación de vida laboral, personal y familiar.

Los datos del informe, extraídos del Instituto de la Juventud o del Instituto de Estadística de Catalunya, indican que sólo el 51,5% de los jóvenes de entre 18 y 34 años están emancipados. Uno de los mayores problemas es la capacidad adquisitiva, ya que el 90% de los asalariados menores de 20 años y el 50% de los que tienen entre 20 y 29 años reciben un salario bruto máximo de 1.000 euros al mes.

El portavoz nacional de Avalot, Chakir el Homrani, destacó la precariedad laboral como uno de los principales factores de los semiemancipados, debido sobre todo a una distribución irregular de la jornada disfrazada en forma de "flexibilidad" horaria.

El Homrani consideró que las ayudas al acceso a la vivienda son "política de fachada" si no van acompañadas de cambios en el sistema. Además de ayudar a las rentas más bajas, remarcó que es necesario potenciar más las viviendas de protección oficial y los alquileres baratos. En este sentido, puso como ejemplo otros modelos, como las cooperativas de pisos de alquiler en Dinamarca.