Actualizado 06/06/2008 21:13

Piden más de 7 años para un gijonés que amenazó a menores para obligarlas a ser su "ciberesclava" sexual

GIJÓN, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía pide para un vecino de Gijón, de 23 años, un total de siete años y medio por los delitos de descubrimiento y revelación de secretos, amenazas e inducción a menores a la realización de actos de naturaleza sexual. Según el informe fiscal al que tuvo acceso Europa Press, el acusado contactaba con las menores por Internet y tras decirles que había introducido un virus informático en su ordenador las amenazaba para que se desnudaran delante de la Web Cam y realizaran actos de carácter sexual, que luego grababa en vídeo para forzarlas a que accedieran a lo que el pedía.

El juicio tendrá lugar en el Penal número tres de Gijón, el próximo día 9, a las 11.30 horas. En uno de los casos, el hombre contactó en 2006 con una menor, que entonces tenía 14 años, a través del Messenger.

El acusado le envío varios escritos en los que le decía que tenía 21 años y que era de Gijón, tras lo que le pidió que conectara la Web Cam. A continuación, le envió una foto y tras engañar a la chica para que volviera a abrirla tras el pretexto de comprobar cuantos pendientes llevaba, le dijo que le había introducido un troyano -virus informático_en el ordenador y que sólo lo desconectaría si se desnudaba delante de la Web Cam.

La menor no aceptó a sus pretensiones y cerró la conversación pero no el Messenger, lo que permitió al imputado, gracias a un programa, seguir conectado a la Web Cam de la joven y grabarla desnuda cuando se cambiaba de ropa. El acusado volvió a contactar con la menor y le enseñó el vídeo que había grabado, después de lo cual le exigió que adoptara posturas de carácter sexual o si no colgaría el vídeo en 'Youtoube' y en el portal de descargas Emule. La joven se negó.

Unos meses más tarde, según el informe fiscal, el hombre contactó con otra menor de 17 años, a la que envió una foto suya y le dijo también que le había instalado un troyano que le podía borrar todos los archivos y el disco duro y que sólo se lo quitaría si accedía a ser su "ciberesclava".

En esta ocasión la menor sí accedió a adoptar ante la Web Cam las posturas que le pedía, tras lo que el imputado le confesó que no había ningún virus informático y que la había grabado en vídeo. La menor accedió de nuevo a sus peticiones hasta que llegó a padecer un ataque de ansiedad que la llevó al hospital. La víctima sufrió un trastorno por stress postraumático agudo que le duró cuatro meses, aunque ahora no presenta ninguna alteración psicológica.

El acusado, que no tiene antecedentes penales, estuvo en prisión desde febrero de 2007 hasta abril de este año. La Fiscalía pide para él tres años y medio de prisión y una multa de 20 meses con cuota diaria de 12 euros por el delito de descubrimiento y revelación de secretos, un año y medio de cárcel por cada uno de los dos delitos de amenazas y un año de prisión por el de inducción a menores a la realización de actos de naturaleza sexual. También solicita para el acusado el pago de una indemnización a la primera menor de 2.000 euros y de 5.000 euros a la segunda.