Actualizado 10/07/2008 19:40

"Un 95% de los prisioneros en Guantánamo son inocentes", según Murat Kurnaz

Kurnaz presentó en Madrid su libro de memorias 'Un inocente en el infierno. Cinco años en Guantánamo'


MADRID, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

Murat Kurnaz, que pasó 1.663 días preso en la base militar estadounidense de Guantánamo (Cuba) acusado injustamente de terrorismo, aseguró que "un 95% de los detenidos de la cárcel son inocentes. Y el 5% son pequeños delincuentes que no tienen nada que ver con lo que las autoridades estadounidenses quieren reflejar frente a la opinión pública". Constructor de barcos de origen turco que nació y vivió en Bremen (Alemania), Kurnaz conversó este jueves con periodistas durante el lanzamiento de su libro 'Un inocente en el infierno. Cinco años en Guantánamo'.

"Lo mismo que Kurnaz, ya han salido cerca de 500 inocentes de Guantánamo que alegan haber sufrido malos tratos y torturas", reveló Richard Crossfield, portavoz de Amnistía Internacional invitado para presentar el libro del escritor turco. "Los detenidos que han sido liberados no tenían nada que ver con Al Qaeda o el 11-S. Me preocupan los que siguen allí y en otros campos como Afganistán, Irak, además de otras bases secretas. Hay millares de personas detenidas por terrorismo sin derecho a juicio", añadió Crossfield.

Calmado y sereno, Kurnaz confesó que no tiene rencores y que actualmente se siente muy bien viviendo y trabajando en Bremen. Contó su historia tras subrayar que su objetivo con este libro "es revelar al mundo las actitudes de estas autoridades que dicen estar actuando en nombre de la democracia".

VENDIDO POR 3.000 DÓLARES.

El infierno relatado por Kurnaz empezó en octubre de 2001, a los 19 años, tras un viaje de estudios a Pakistán. "Fui a estudiar en una escuela coránica que tiene más de 80 millones de miembros. El principal objetivo del centro, además de enseñar el Corán, es ayudar y formar jóvenes marginados. En Bremen yo trabajaba en la seguridad de discotecas y fiestas y veía muchos jóvenes involucrados en asuntos de droga. Eso me sensibilizó y me dio ganas de hacer algo para ayudarles. Por eso me fui a esta escuela", explicó Kurnaz, que actualmente tiene 26 años, añadiendo que el centro "no tiene motivaciones políticas, no es de derecha ni de izquierda y sólo busca la paz".

Después de terminar el curso, de camino al aeropuerto para volver a Alemania, Kurnaz fue detenido por la policía pakistaní. Acabó cayendo en manos de caza-recompensas y fue vendido por 3.000 dólares al ejército americano. "El gobierno estadounidense creó este mecanismo de recompensas para encontrar a los culpables del 11-S. Querían demostrar eficiencia frente a la opinión pública. En Pakistán, Afganistán y el algunos países africanos sumas como éstas son suficientes para comprar casas, coches, es decir, pueden solucionar la vida de uno", explicó.

Aislado y sin derecho a comunicarse con la familia o con abogados, Kurnaz fue llevado a Kandahar, donde empezaron los interrogatorios y torturas tales como "electrochoques, palizas, privaciones de sueño, exposiciones a altas y bajas temperaturas", ejemplificó Crossfield. En seguida le trasladaron al campo de prisioneros de Guantánamo.

"Lo curioso es que, pocos meses después de mi detención en la base, las autoridades de EE UU descubrieron que yo era inocente e informaron al gobierno alemán. Pero Alemania ocultó la información y me dejó allí por cuatro años. A partir de aquí, los estadounidenses decidieron seguir con las investigaciones e intentaron obligarme a firmar un documento en que yo declaraba pertenecer a Al Qaeda", reveló Kurnaz, añadiendo que no lo firmó.

El caso fue solucionado tras la llegada de Angela Merkel al gobierno alemán. Después de una "presión ininterrumpida" de su familia, Kurnaz fue liberado en agosto de 2006 y decidió escribir el libro (redactado junto con el periodista alemán Helmut Kuhn). "He visto con mis propios ojos gente fallecer a causa de las torturas. He visto verdugos que torturaban a un niño de 9 años al que le acusaban de terrorista. Lo que quiero es hacer una denuncia y un llamamiento al mundo", justificó el ex detenido, que tuvo que enfrentarse al descrédito de políticos y personalidades que no creían en su historia.

"Cuando fui liberado, me sorprendió que no se hubiera divulgado nada durante todo el proceso. Los medios no sabían de mi caso y el público no tenía idea de que Alemania cooperaba con EE UU en los campos de Afganistán", reveló Kurnaz.

"LOS TERRORISTAS NO ESTÁN EN GUANTÁNAMO".

El ahora escritor cree que los verdaderos terroristas ya no están en Guantánamo. "Ya fueron trasladados. Las autoridades estadounidenses ya saben dónde están. Si el gobierno americano realmente estuviese convencido de que los prisioneros de Guantánamo son culpables, les llevaría a los tribunales. Hasta hoy ninguno fue llevado a juicio", aseguró Kurnaz.

En el libro Kurnaz demuestra no haber perdido la esperanza aunque "todos los días pensaba que podría el último", confesó, añadiendo que no sabe decir si es o no creyente. "Algunos piensan que soy extremadamente religioso y otros lo contrario", justificó el autor.

Preguntado si tras escribir sobre su vida le gustaría olvidar toda la experiencia, Kurnaz concluyó: "No quiero olvidarla. Miro hacia el futuro, pero no puedo olvidarla porque quiero ayudar a las personas que siguen allí".