Actualizado 20/06/2007 22:06

ACNUR considera 2006 como un 'año negro' para los refugiados, sobre todo para iraquíes y afganos

El año pasado, las cifras aumentaron por primera vez en cinco años, elevándose a unos 38,7 millones el número de refugiados en el mundo


MADRID, 20 Jun. (EUROPA PRESS) -

El número de refugiados en todo el mundo creció en 2006 por primera vez en cinco años, según ha manifestado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) con motivo del Día Mundial del Refugiado, que se ha celebrado este miércoles. Los conflictos iraquí y afgano son dos de las principales causas de este incremento, aunque la ONG Amnistía Internacional (AI) incluye también a Burundi, Birmania, Sri Lanka y Sudán en esta lista, al tiempo que reclama a "todos los gobiernos" que cumplan con su "obligación internacional de respetar y proteger los derechos de las personas refugiadas y solicitantes de asilo".

Según ha revelado ACNUR en su informe titulado 'Tendencias Mundiales en 2006', el número de refugiados creció un 14 por ciento el año pasado, es decir, que ascendió de los 8,7 millones registrados en 2005 hasta los 9,9 millones de personas refugiadas.

Este incremento tan significativo señala directamente a Irak, conflicto que cada año hace huir a cientos de miles de personas y que tuvo en 2006 su año más negro en cuanto a los refugiados, ya que más de un millón y medio de iraquíes se vieran forzados a buscar refugio en otros países --especialmente en Siria y Jordania--.

Sin embargo, ACNUR subraya que el mayor número de refugiados sigue siendo el de los afganos que han debido abandonar su país: 2,1 millones en 2006. Tras Afganistán e Irak, los países más afectados son Sudán, con 686.000 desplazados; Somalia, con 460.000; mientras que la República Democrática del Congo y Burundi continúan la lista con 400.000 de sus ciudadanos cada uno refugiados en otros países.

Pero las cifras recogidas por el informe de ACNUR no tienen en cuenta los 4,3 millones de palestinos que en Jordania, Líbano, Siria, Cisjordania y la Franja de Gaza dependen de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés).

Tampoco se han contabilizado a los 24,5 millones de refugiados que han dejados sus hogares escapando de algún conflicto pero que no han abandonado su país, ni aquellos que han sido identificados como 'desplazados', en lugar de 'refugiados', por las leyes internacionales. De sumarlos a las cifras anteriores, el cómputo total alcanzaría los 38,7 millones de refugiados en el mundo.

REFUGIADOS COMO AMENAZA.

Para AI, uno de los mayores problemas de los refugiados es que, pese a la "obligación" de los gobiernos, "en muchas partes del mundo" se retrata a estas personas "como una amenaza para la sociedad en la que piden protección", temores que "son utilizados y alimentados por los mismos gobiernos que se han comprometido legalmente a proteger a los refugiados de la persecución de la que han escapado".

Según la Comisión Europea, los 27 países de la UE recibieron en 2006 un 53 por ciento menos de solicitudes de asilo que en 2002. AI considera que los controles cada vez más estrictos de las fronteras exteriores y las medidas contra la migración irregular son los obstáculos más importantes para que los refugiados lleguen a la UE, y explican en parte la constante disminución de solicitudes de asilo en la UE.

La situación que se produce cuando el inmigrante ya se encuentra en el país de destino también está cambiando, según AI, que denuncia que el principio de no devolución, descrito como la piedra angular del sistema internacional de protección a los refugiados y que prohíbe devolver, ya sea desde el territorio de un Estado o desde la frontera, a cualquier persona a un país donde pueda correr peligro de sufrir graves violaciones de Derechos Humanos, "está siendo erosionado e ignorado por Estados que tratan de eludir sus obligaciones".

Los países que acogen a los refugiados en el hemisferio sur, advirtió Amnistía, son casi siempre los que luchan por hacer frente al impacto económico, social y medioambiental derivado de recibir año tras año a grandes números de refugiados. En este sentido, AI pone también de ejemplo a Irak, donde el ya largo conflicto hace temer el estallido de una crisis humanitaria, pero no sólo en este país, sino también en Siria y Jordania, dos países que luchan por resolver los desafíos que implica la llegada masiva de refugiados iraquíes.

Y lejos de reaccionar ante este problema, alerta Amnistía, los demás países no sólo "no han hecho nada", sino que "las acciones recientes de algunos de los países más ricos constituyen una burla de los principios establecidos de reparto de la carga y la responsabilidad, unos principios que piden a los Estados que establezcan una cooperación internacional para aliviar la carga 'excesivamente onerosa' que la concesión de asilo supone para 'ciertos países'".

8.000 MUERTOS AL INTENTAR ENTRAR EN EUROPA.

Concretamente en el caso de Europa, la organización Jesuit Refugee Service International (JRS) denunció hoy que al menos 8.000 personas, entre refugiados e inmigrantes, han muerto desde 1993 intentando entrar en este continente.

"Los Gobiernos invierten millones para expulsar a los inmigrantes sin documentos (...) Sin embargo, no ha sido elaborada una alternativa que evite a los refugiados el peligro de caer en las manos de traficantes y contrabandistas sin escrúpulos, frecuentemente con trágicas consecuencias", señaló la ONG.

En estas circunstancias, según la asociación, los controles "indiscriminados e inhumanos" en las fronteras obligan a los "desesperados" a correr graves riesgos para huir de las condiciones de extrema pobreza, de la persecución y de la guerra que sufren en sus países de origen, lo cual ha derivado en 8.000 muertes desde 1993.

Con motivo de la conmemoración hoy del Día Mundial del Refugiado, los solicitantes de asilo en los centros de acogida españoles solicitaron al Gobierno que les permita permanecer en ellos durante todo el periodo en que se resuelve su expediente. El colombiano Pedro Onell, residente del Centro de Acogida de Vallecas (Madrid) reclamó, en representación de todos ellos, una mayor coordinación entre los ministerios de Interior y Trabajo, así como con la agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), para que ambos plazos coincidan.

En la misma línea, reclamó que se agilice la tramitación de los expedientes, que se amplíen los módulos de formación académica y que se suscriban más convenios con empresas para facilitar su empleabilidad. Desde 1994, unos 900 refugiados al año han sido acogidos en alguno de los cuatro centros de acogida existentes en España (Vallecas, Alcobendas, Mislata (Valencia) y Sevilla). Sólo en los dos primeros han sido acogidos 5.000 solicitantes en las dos últimas décadas. En la actualidad, de las 1.500 plazas disponibles, están ocupadas 1.300.

En otro acto paralelo con motivo del Día Mundial del Refugiado, el secretario de Estado de Relaciones Exteriores, Bernardino León, consideró que no hay que establecer diferencias entre inmigrantes y refugiados en cuanto al respeto y garantías como "seres humanos", a pesar de que la legislación sea diferente para ambos casos.

"De todas las personas que llegan a nuestro país, no siempre son refugiados, pero para nosotros son seres humanos que merecen todo nuestro respeto", apuntó León, quien recordó la labor de los capitanes de barcos 'Francisco y Catalina' y 'Montfalcó' y la de Antonio Garrigues como presidente de Honor de ACNUR en España.