El año 2008 registró el mayor número de incendios en viviendas, según expertos

El año 2008 registró el mayor numero de incendios en viviendas con al menos un centenar de personas fallecidas, según informó hoy la organización experta en prevención de incendios Tecnifuego-Aespi. El suceso "más grave" en 2008 , a juicio de la entidad, se registró el pasado 20 de abril en Ecija (Sevilla), cuando seis personas -un matrimonio, sus tres hijos y el novio de una de las hijas- fallecieron en un incendio al parecer causado por un aparato calefactor.

Así, el estudio recoge que "la mayor parte de los incendios en las viviendas se produce por instalaciones eléctricas defectuosas, descuidos (dejar encendida una estufa toda la noche, un cigarro mal apagado, velas encendidas sin vigilancia, la sartén en el fuego mientras se atiende una llamada, etc.) e inexistencia de medidas básicas de seguridad contra incendios en los edificios".

La Navidad fue una etapa "especialmente trágica", pues perdieron la vida doce personas (nueve de ellas en Valencia). Asimismo, 2009 no ha empezado mejor, ya que hasta la fecha han muerto tres miembros de una familia madrileña, una anciana sevillana y un bebé de tres meses.

Además del citado suceso de Écija, la empresa menciona que otros incendios, como el ocurrido el 27 de marzo, cuando dos hermanos discapacitados y su padre perdieron la vida en su domicilio de Aranga (A Coruña). También en esta ciudad, el 26 de noviembre dos mujeres de unos 80 años de edad perdieron su vida.

En Madrid, una anciana de 85 años y un hombre de 41 murieron en el mes de abril intoxicados por el humo y gases tóxicos procedentes de un incendio originado en el salón de su vivienda. Ocho meses después, en la localidad de Villaverde (Madrid), dos niños de poco más de un año murieron en un incendio que se produjo en la infravivienda en la que habitaban.

En Alicante, durante el mes de diciembre se registraron dos sucesos que se cobraron la vida de cuatro personas, en el segundo caso además tuvieron que ser evacuadas un total de 80 personas ante la magnitud del incendio producido.

El 7 de noviembre una anciana de 96 años y su hijo de 60 perecieron en Manresa (Barcelona). Tan solo ocho días después dos niños ecuatorianos de dos y cuatro años murieron en Ibiza por inhalación de humos al declararse un incendio en su domicilio, en el que se encontraban solos.

En el mes de mayo un matrimonio de entre 40 y 50 años murió en Moriles (Córdoba) y otras dos personas, una de ellas un hijo de la pareja, resultaron heridas. El 16 de diciembre un niño falleció por el incendio provocado por una estufa en Ador (Valencia).

LA PROTECCIÓN SÍ ES POSIBLE

Ante esta situación, Tecnifuego-Aespi alerta a las autoridades y ciudadanos de "la inexistencia de medidas de seguridad contra incendios en las viviendas" y de la poca conciencia de la sociedad sobre medidas preventivas básicas. Aun así recalcan que "la protección contra los incendios en las viviendas es posible" y pide que se forme a la sociedad en este aspecto y se instale una serie de medidas de protección contra incendios en los hogares, tal y como se hace en algunos países europeos.

Así, algunas de estas propuestas son instalar un sistema de protección activa, que ayude a detectar y extinguir el incendio, y de protección pasiva, compuesto por elementos y productos especiales que eviten el origen y la propagación del fuego, así como una evacuación rápida y segura.

Además recomiendan instalar en el rellano de entrada una BIE 25 mm, boca de Incendio Equipada, un equipo de gran utilidad en la primera fase de un incendio, extintores, sistemas de detección, bocas de incendio equipadas, señalización de emergencia, puertas cortafuegos y escaleras de emergencia en los pasos a garaje y accesos al edificio.

Por último, recuerdan que todos estos equipos que ayudan a sofocar y prevenir el fuego deben cumplir las normas de producto e instalación, la certificación pertinente: tanto la empresa (instaladora y mantenedora) como el producto (marcado CE). Además para que el equipo conserve sus cualidades hay que realizar las operaciones de mantenimiento y revisión periódica que marca la normativa, señalan.