Actualizado 02/11/2009 12:29

Arranca la cumbre del clima de Barcelona en medio de una gran expectación


BARCELONA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -

La conferencia sobre cambio climático que se celebra esta semana en Barcelona arrancó esta mañana de lunes en medio de una gran expectación, con la obligación como telón de fondo de sentar las bases de un acuerdo mundial que sirva para paliar el cambio climático, y con la presencia de cerca de 4.000 representantes de unos 180 países. La reunión será la última antes de la cumbre de Copenhague.

La sesión inaugural contó con la participación de la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino de España, Elena Espinosa; el presidente de la Generalitat de Catalunya, José Montilla; el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, y la ministra del Clima y Energía de Dinamarca; Connie Hedegaard --su país acogerá la última de las reuniones prevista en diciembre--.

La cumbre de Barcelona arrancó de este modo unos minutos después de lo previsto, para poder dar cabida al gran número de asistentes, que debieron pasar previamente por el trámite de acreditación.

La reunión será la última antes de la cumbre de Copenhague, y debe servir para sentar las bases de un principio de acuerdo que se rubrique finalmente en Dinamarca y que sustituya al protocolo de Kyoto. La Unión Europea acude a la cita tras comprometerse a reducir sus emisiones de dióxido de carbono en un 20 por ciento para 2020.

A pesar de ello, faltan concretar muchos aspectos, como las reducciones de Estados Unidos, el principal emisor de CO2 del mundo, y otros países industrializados, así como quién y cuánto pagará a los países en vías de desarrollo para compensar que una hipotética reducción no acarree ralentizar su desarrollo económico.

Decenas de ecologistas dieron la bienvenida a los congresistas con el timbrazo de algunos despertadores, para recordarles la importancia de "despertar" ante la amenaza que supone el cambio climático.

Una pancarta con el lema 'Don't nuke the climate' ('No bombardear el clima') y el disfraz de varios activistas parodiando a algunos líderes mundiales, como el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, la 'canciller' alemana, Angela Merkel, y el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, completaron la protesta.

Los carteles indicativos del pabellón número 8 de la Fira Gran Via de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona), exclusivamente en inglés, dieron a entender desde el principio la importancia internacional del evento. Por otro lado, la profusión de nombres de árboles en castellano para nombrar las salas del congreso --desde el clásico pino, olivo, ciprés, roble o nogal, hasta los menos conocidos almez, sabina, o serbal-- también evidenciaron que, efectivamente, se trata de una conferencia sobre el medio ambiente.