Actualizado 01/10/2007 21:32

Cancelada la suelta en Sevilla de 10 ejemplares de tortuga boba por fallos en los transmisores que los monitorizarán

SEVILLA/MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -

La suelta de 10 ejemplares juveniles de tortugas boba, prevista al atardecer en Sevilla, fue finalmente cancelada al registrarse fallos en los transmisores que los monitorizarán, según informaron hoy a Europa Press fuentes de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que precisaron que la suelta de estos ejemplares, criados en semicautividad durante este año en la Estación Biológica de Doñana (CSIC) en Sevilla, se realizará en los próximos días.

Por su parte, el CSIC emitió un comunicado en el que señala que la Junta anunciaba la cancelación de la suelta, aunque se mantiene un acto con los medios de comunicación a las 9,30 horas de la noche en Almería, en el que se podrá contemplar la anidación de los huevos de tortuga boba, procedentes de Cabo Verde, que tendrá lugar las playas del Parque Natural de Cabo de Gata.

Según los investigadores del CSIC, los ejemplares juveniles de un año de edad criados en semicautividad en la Estación Biológica de Doñana (CSIC), en Sevilla, serán liberados en sucesivas sueltas controladas en las costas almerienses, durante las próximas dos semanas. Los animales, monitorizados, serán recuperados hasta la suelta definitiva, con el objetivo de evaluar sus primeros movimientos y dispersión.

El CSIC anunció esta tarde el traslado hoy de unos 1.000 huevos de tortuga boba (Caretta caretta) a España procedentes de Cabo Verde, de los que 800 huevos se quedarán en Canarias y otros 200 viajarán a Andalucía, donde 120 se instalarán en incubadoras en Sevilla y 80 se depositarán en playas vírgenes de Cabo de Gata, en Almería.

En todo caso, la liberación de los ejemplares juveniles se realiza cuando las tortugas tienen un año de vida porque su caparazón es entonces lo bastante duro para evitar la predación.

Por este motivo, cuando los nuevos huevos anidados eclosionen en una semana, las crías serán retiradas para asegurar su supervivencia y se liberarán definitivamente el año que viene en las playas donde se pretende que vuelvan a desovar.

El objetivo del proyecto, dirigido por el investigador del CSIC Adolfo Marco, con financiación de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación Territorial del Gobierno de Canarias, es determinar si las playas españolas son adecuadas para restaurar la anidación de esta especie de reptiles, que se encuentra "severamente" amenazada en todo el planeta.

En esta línea, Marco explicó que "si la restauración de la especie es viable en España, se plantearía la traída de huevos durante al menos diez años, así como la liberación de tortuguitas en playas españolas para que retornen a las playas de nacimiento tras su maduración, dentro de diez ó 20 años. De esta forma, consolidarían una anidación estable en el litoral español".

El número de huevos que se traiga en el futuro dependerá de la tecnología que se use. "Si se liberan crías recién nacidas en el mar, habrá que traer un número muy elevado de huevos para garantizar el retorno. Si se sueltan crías de un año, sin embargo, su supervivencia sería mucho mayor y bastaría con trasladar una cantidad de huevos muy inferior para asegurar el éxito del proyecto", detalló el investigador del CSIC.

Esta técnica de restauración de anidación se ha ensayado en Estados Unidos con huevos de tortuga lora procedentes de México. "Tras 35 años, la restauración es un gran éxito", afirmó el investigador del CSIC.

CAZADORES DE TORTUGAS.

En la isla caboverdinana de Boavista, donde trabajan los investigadores del CSIC, los cazadores matan cada año a unas 1.000 hembras anidantes de las 10.000 existentes. La longevidad de esta especie ronda los 60 años y las hembras anidan de cuatro a seis veces al año.

"Con la investigación estamos consiguiendo proteger la anidación en diez kilómetros de playa de alta densidad, pero las hembras que anidan en estas playas también lo hacen en otras desprotegidas, por lo que no podemos garantizar su supervivencia. En las playas estudiadas, además, la presión de los cazadores de tortugas va en aumento", apuntó Marco.

Según los investigadores, las tortugas bobas caboverdianas constituyen la única población anidante relevante de esta especie en toda la costa atlántica oriental, desde Sudáfrica hasta Europa. Al hilo de ello, Marco señaló que en otras zonas de anidación también se están produciendo declives graves. "Es muy urgente establecer medidas de protección y reforzamiento de poblaciones", subrayó.

La tortuga boba es la más común en el Mediterráneo occidental. Se conoce su anidación en España desde el siglo XIX, y probablemente sea mucho más antigua, pero en la actualidad es muy esporádica y está gravemente amenazada en el litoral español y en todo el mundo.