Actualizado 07/06/2007 20:37

CC.OO. alerta de que las ONG ofrecen cifras inflandas sobre prostitución y reclama una regulación

MADRID, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

El número de mujeres que ejerce la prostitución en clubes de aterne, según informes de la Guardia Civil, es de 20.000, y otras 6.000 realizan la actividad en la calle, mientras que las ONG hablan de entre 300.000 y medio millón de personas. Así lo puso hoy de manifiesto la profesora de la Universidad de Valencia Magdalena López, coautora del libro de CC.OO. 'Derechos de ciudadanía para trabajadoras y trabajadores del sexo'.

Durante la presentación del mismo, advirtió de que estas cifras están alejadas de la realidad y "sólo pretenden llamar la atención sobre este sector", del que señaló que contrariamente a lo que se cree "la mayoría de las mujeres que ejercen la prostitución lo hacen libremente". "Esta situación exige, precisamente, la regulación de la actividad para que se pueda ejercer la prostitución con garantías laborales y combatir las situaciones de explotación y vulnerabilidad a las que están expuestas", comentó.

"CC.OO. nunca ha tenido complejos ni prejuicios a la hora de debatir situaciones de discriminación, en este caso de sexo, y reivindicar derechos para los trabajadores. Mientras no exista regulación no habrá derechos ni protección", señaló la secretaria confederal de la Mujer de CC.OO., Carmen Bravo. En este sentido, lamentó la decisión del Parlamento de no regular la actividad y la pérdida de tiempo que ha supuesto estudiar durante un año el fenómeno para mantener las cosas como están.

El libro presentado hoy recoge y coordina las intervenciones que tuvieron lugar en las Jornadas organizadas por CCOO en mayo del año pasado, con el objetivo de reflexionar sobre la realidad en la que viven quienes ejercen la prostitución.

Par la otra coautora del libro, Ruth Maestre, la prostitución es un trabajo porque "se utilizan energías para satisfacer necesidades básicas". Por este motivo, "la producción afectivo-sexual que desarrollan las prostitutas debe ser reconocida como trabajo. No obstante, explicó, hay que distinguir entre la trata de personas en la que se obliga a prostituirse, y contra la que se debe luchar, y los casos en que las mujeres eligen voluntariamente ejercer la prostitución "como medio para ganarse la vida".

El reconocimiento de la prostitución como un trabajo facilitaría, por otra parte, según la Profesora Ruth Mestre, que las personas inmigrantes sin papeles que ejercen la prostitución pudieran regularizar su situación, ya que los derechos de la ciudadanía se consiguen mediante el trabajo.

Finalmente, las tres coincidieron en que no se puede mantener por más tiempo es la situación actual, en la que la prostitución no está prohibida pero tampoco se reconoce, permitiéndose así la explotación laboral y los abusos a los que están condenadas miles de personas, en su mayoría, mujeres.