Actualizado 01/12/2009 20:30

Un centenar de personas se van de Sant Boi (Barcelona) por el conflicto entre clanes gitanos del fin de semana

SANT BOI DE LLOBREGAT (BARCELONA), 1 Dic. (EUROPA PRESS) -

Un centenar de vecinos del barrio de Camps Blancs de Sant Boi de Llobregat han abandonado el municipio por el conflicto desatado entre dos clanes gitanos a raíz de la muerte de tres personas el viernes. El conflicto se desató durante la celebración del compromiso matrimonial entre dos personas de familias enfrentadas históricamente.

El alcalde de Sant Boi, Jaume Bosch, explicó hoy que hay un dispositivo policial y de servicios sociales para tratar de devolver "la calma y la serenidad" al barrio, después de que el viernes dos personas de la familia Castro murieran tiroteadas por un tercero, de la familia Heredia, que falleció horas después por heridas de arma blanca.

Según el alcalde, la riña surgió mientras se festejaba el compromiso matrimonial entre un joven de la familia Castro y una niña de doce años de la familia Heredia. Se trata de dos clanes de la comunidad gitana históricamente enemistados. Bosch comentó que "es como la historia de Romeo y Julieta, dos familias enfrentadas y dos jóvenes que se enamoran. Ya lo habían aceptado ambas familias pero la rivalidad seguía estando ahí y pasó lo que pasó".

Como consecuencia de los hechos, un centenar de personas de la familia Heredia huyó la misma noche del viernes abandonando una veintena de viviendas del barrio de Camps Blancs por temor a represalias de la familia Castro. A pesar de que en la zona se desplegó un fuerte dispositivo policial, el domingo por la noche ardieron dos viviendas de la familia Heredia. "Era imposible tener a un policía en cada puerta", comentó el alcalde, "supongo que debían aprovechar algún momento para hacerlo, pero el fuego se detectó rápidamente".

El alcalde, que recordó que según las costumbres de la comunidad gitana es "normal" establecer el compromiso matrimonial de una niña de doce años, comentó que los servicios sociales realizan un "gran trabajo" en el barrio pero que "hay tradiciones que son difíciles de romper".

Bosch lamentó que los hechos "hayan podido dar una imagen equivocada de Camps Blancs, que no es ni mucho menos un barrio marginal ni conflictivo". Según el Ayuntamiento, en esta zona viven 3.600 vecinos de los que sólo 300 son de etnia gitana.