MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Sri Lanka negó la entrada de un barco procedente de Europa y enviado por tamiles expatriados que transportaba ayuda para los civiles tamiles desplazados durante los últimos meses de la guerra civil, según informaron responsables del país, que señalaron que fue a finales de la semana pasada cuando la Marina ceilandesa interceptó dicho barco.
Un portavoz de la Marina declaró que se había ordenado al barco, el 'Capitán Ali', que se marchara de las aguas territoriales del país, informa la BBC. Al ser preguntado por si esta decisión no significaba desperdiciar las cientos de toneladas de ayuda alimentaria y médica que estaba a bordo, el portavoz señaló que no podía comentar la decisión porque había sido tomada por el Ministerio de Defensa.
El Ministerio de Defensa describió al 'Capitán Ali' como un barco de los rebeldes Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE), aunque el titular del Ministerio, Gotabhaya Rajapaksa, aseguró el pasado domingo que el barco "no tenía ninguna intención peligrosa".
"El Gobierno tiene el derecho de aceptar al barco y su cargamento o rechazarlos", señaló otro portavoz de la Marina, comandante Mahesh Karunaratne, informa Reuters. "No había seguido el procedimiento adecuado, por lo que el Gobierno le ordenó que se marchara", añadió.
El barco no llevaba suministros ilegales, armas ni munición en su cargamento de 884 toneladas de suministros de ayuda, apuntó. La organización británica que realizó el envío, Mercy Mission, manifestó su decepción porque "el cargamento de ayuda desesperadamente necesaria ha sido rechazado".
"Aseguramos a todos nuestros donantes y voluntarios que estos alimentos y medicamentos alcanzarían a los refugiados tamiles y que sus esfuerzos y donaciones no serían en vano", añade su comunicado, en el que también se disculpa por haber fallado a la hora de asegurar que los documentos del barco estuvieran en orden.