MADRID, 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Consejo de Ministros ha autorizado este viernes la firma del acuerdo para el establecimiento del Centro Rey Abdulá Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural, una iniciativa promovida por Arabia Saudí y en la que también va a participar España.
Según destaca Moncloa, Arabia Saudí es "interlocutor obligado en un área geográfica de gran interés para nuestro país y notable socio económico y empresarial". El reino saudí "ha buscado activamente la participación de España" en este centro, que tendrá su sede en Viena y contará también con la participación de Austria, explica el Ejecutivo.
Esta no es la primera colaboración entre ambos países en esta materia, puesto que las autoridades saudíes ya reconocieron la importancia del compromiso español solicitando que nuestro país albergase la Conferencia Mundial sobre el Diálogo, que se celebró finalmente en Madrid los días 16 a 18 de julio de 2008, recuerda Moncloa.
El Centro Rey Abdulá es "una iniciativa complementaria de otras impulsadas en su momento por España, como la Alianza de Civilizaciones" y tiene por ello "perfecto encaje con los ejes fundamentales de la política exterior española, tales como la apuesta decidida por el multilateralismo y con la promoción del diálogo y del entendimiento mutuo entre culturas y religiones, un campo de creciente interés internacional", se explica desde el Gobierno0.
El Acuerdo constituye el Centro Rey Abdulá Bin Abdulaziz para el Diálogo Interreligioso e Intercultural como una organización internacional, dotada de personalidad jurídica internacional propia, con capacidad para contratar, adquirir bienes e intervenir en procedimientos legales, con sede en Viena.
Su fin fundamental, aclara Moncloa, "es el fomento del diálogo entre religiones y culturas como instrumento útil en la prevención y solución de conflictos". El Centro estará constituido por el Consejo de las Partes, la Junta de Directores, el Foro Consultivo y la Secretaría, y se financiará, principalmente, de las contribuciones voluntarias de las partes.
El acuerdo está, además, abierto a la adhesión de otros estados y organizaciones internacionales y permitirá igualmente la participación en las actividades del Centro con el estatus de observador. España, además de Arabia Saudí y Austria, tendrá derecho de veto sobre la admisión de nuevos miembros.