Actualizado 11/10/2007 20:49

La disponibilidad de guarderías o el acceso a la educación dificultan el acceso de la mujer al trabajo, según un estudio

MADRID, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El marco legal, el acceso a la educación, la disponibilidad de guarderías, las buenas prácticas empresariales y la sensibilidad social dificultan el acceso de la mujer al trabajo, según el estudio 'La Participación de la Mujer en la Economía: impulsos, barreras, respuestas', elaborado por PricewaterhouseCoopers, que será presentado el viernes en el Foro de la Mujer en la Economía y la Sociedad que tiene lugar este fin de semana en la ciudad francesa de Deauville.

El informe sobre el acceso de la mujer al trabajo en España y otros siete países del mundo -España, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Suecia y Estados Unidos- identifica también como obstáculos para el desarrollo laboral de las mujeres la conciliación de la vida profesional y familiar y las limitaciones autoimpuestas por otros motivos.

"Muchas empresas pueden exhibir progresos en el apoyo a la diversidad de género dentro de la compañía y en la creciente presencia de las mujeres en los puestos directivos medios, pero, todavía no está claro que estos programas obedezcan a un cambio de la cultura corporativa. El aumento de la participación de la mujer en la actividad económica depende en gran medida de un cambio de mentalidad social y empresarial aún por consolidar", destaca la socia de PricewaterhouseCoopers y responsable del programa Woman in PwC, Marta Alamán.

LA PARTICIPACIÓN DE LA MUJER EN LA ECONOMÍA Y LA SOCIEDAD

Según las conclusiones del estudio, los gobiernos y las empresas están realizando "esfuerzos apreciables" para identificar las barreras que limitan la participación de la mujer en el mundo económico y empresarial, y tratan, "con mayor o menor eficacia", de adoptar medidas que mejoren el entorno normativo y social actual para la incorporación, la fidelización y el desarrollo de la mujer en el mundo laboral.

Así, según constata, srear un "entorno propicio" es un "avance crucial" para poder alcanzar la igualdad laboral entre ambos géneros dentro de la empresa, pese a que las características que definen un entorno de trabajo favorable dependen de cada sociedad, como también varía en cada país qué se entiende por barreras para la incorporación de la mujer al mundo laboral y cómo se eliminan dichos obstáculos.

El estudio destaca que la discriminación positiva en favor de la mujer es generalmente entendida como una respuesta plausible a una realidad comúnmente aceptada: "la menor capacidad de la mujer para promocionar su desarrollo profesional en la empresa frente a la de sus colegas masculinos".

En consecuencia, algunas compañías han llegado a la conclusión que tener un gran número de mujeres en puestos directivos puede ser un mecanismo adecuado para asegurarse de que las mujeres cualificadas no sean olvidadas en el proceso de crecimiento de la empresa. En este sentido, son cada vez más las firmas que ofrecen ayuda a las madres y los padres trabajadores vía bajas por maternidad y/o paternidad; salas para lactancia; flexibilidad de horarios; y ayudas para el cuidado de los bebés.

El informe detalla algunos ejemplos que ilustran los avances o la falta de iniciativas en esta cuestión en los diversos países objeto de estudio. En Alemania, las madres trabajadoras pueden disfrutar de un año adicional a su baja por maternidad percibiendo el 67% de su salario, un periodo al que pueden sumar dos años de excedencia (sin sueldo en este caso) antes de regresar al trabajo. En España, la ley que entró en vigor el pasado mes de marzo concede a las empresas un plazo de ocho años para alcanzar la paridad entre ambos sexos en sus consejos de administración.

Suecia y Francia tienen un sistema público de guarderías muy desarrollado, y en China e India las parejas que trabajan pueden acogerse a un sistema de ayudas para el cuidado de los niños. La situación es más compleja en países como España, Alemania y Estados Unidos, en los que una parte importante de la población no puede asumir los costes de este servicio con carácter privado. En España, sólo el 10% de los niños menores de tres años acuden a guarderías públicas o privadas y las ayudas en este campo varían ampliamente entre unas comunidades y otras.