Actualizado 24/01/2011 16:02

Dos años y medio de cárcel para a unos padres que pegaban a su hijo con el cable de la televisión

Imagen de la cárcel de Córdoba
EP/IIPP

BARCELONA, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a dos años y medio de cárcel a un matrimonio que pegaba a su hijo, de diez años, con el cable de un televisor cuando consideraban que merecía una corrección por mal comportamiento.

Estos padres, procedentes de Guinea, deberán indemnizar al menor, que tiene cicatrices por todo el cuerpo, con 10.000 euros y no podrán acercarse a menos de un kilómtero en 2 años.

Aunque no se han podido determinar las fechas concretas, el menor recibió golpes al menos desde que cumplió los 10 años, en septiembre de 2007, hasta julio de 2008, cuando se produjo la intervención policial.

En concreto, el 26 de julio de 2008, el matrimonio vio orinar al niño de pie, algo que le habían prohibido, por lo que el padre calentó la hoja de un cuchillo y le quemó las piernas al menor, diciéndole que no lo volviera a hacer.

La Audiencia considera que el menor, que testificó días antes del juicio ante las psicólogas, "explica con suficiente detalle y contundencia, en un relato espontáneo", cómo tanto su padre como la mujer de éste --a la que él llama 'mamá' pese a que no es su madre biológica-- le pegaban cuando orinaba de pie o veía la televisión.

Consideran que las declaraciones son "creíbles" y que se ven corroboradas por los elementos de prueba externa.

EL FISCAL PEDÍA 12 AÑOS

El fiscal pedía 12 años de cárcel por un delito de torturas en concurso con un delito de maltrato, un delito de lesiones agravadas por deformidad y uno de maltrato habitual, pero finalmente la Audiencia les ha condenado por dos delitos de maltrato.

Durante el juicio, los padres, que necesitaron un traductor, aseguraron que nunca vieron las cicatrices del menor y negaron todos los hechos.

En un vídeo grabado con las psicólogas y mostrado en el juicio, el menor explicó que le pegaban "casi cada día con un cable gordo" cuando no rezaba, cuando veía la televisión, porque lloraba su hermana pequeña o cuando volvía tarde de jugar a fútbol.