Actualizado 08/10/2008 21:46

Ecologistas consideran "poco ambiciosas" las multas de la UE a empresas que superen las emisiones de CO2

En España se subvenciona la industria del carbón, eso es, según Greenpeace, "pagar con dinero público algo que nos perjudica a todos"


MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

Asociaciones ecologistas calificaron este miércoles de "poco ambiciosa" la aprobación por parte de la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento Europeo (PE) del paquete energético y de lucha contra el cambio climático de la UE que, entre otras medidas, contempla la imposición de una multa a los países y a las empresas de la Unión Europea (UE) que superen el límite de emisiones de gases contaminantes permitidos, con el fin de frenar el cambio climático.

En declaraciones a Europa Press, el experto en cambio climático y ahorro energético de Ecologistas en Acción, Pablo Cotarelo, señaló que las políticas en contra del cambio climático "tienen que ir dirigidas" a lograr una reducción de emisiones de los gases contaminantes, que favorecen el cambio climático en torno a un 40 por ciento (la UE se plantea entre un 20 y un 30 por ciento).

Por ello, considera "lógico" que esas empresas que más contaminan, sean las que más contribuyan" económicamente a paliar los efectos del calentamiento global.

En cuanto a España, recordó que es el país que más se aleja de sus compromisos con el Protocolo de Kyoto y manifestó que "antes que después tenía que acabarse" esta situación, de modo que todos los sectores, "y no sólo el eléctrico, empezaran a realizar esfuerzos para reducir las emisiones".

Además, lamentó que la UE "a veces dé bandazos" en cuanto a sus posturas en materia medioambiental, ya que, en su opinión, en unas ocasiones impulsan políticas "muy avanzadas" y en otras, "muy conservadoras". Por otro lado, el responsable de Ecologistas en Acción, subrayó la necesidad de reducir el consumo de los europeos a niveles que harían posible "un mundo sostenible".

Por su parte, el experto de energía y cambio climático de WWF/Adena, Heikki Willdstedt, señaló que la decisión adoptada es "necesaria para que sea creíble el sistema de mercado de emisiones", pues de lo contrario se dejaría "a la buena fe de los países".

Así, estima que, con esta medida, las instituciones comunitarias generan el mensaje de que "esto va en serio" y las consecuencias económicas de no cumplir esos límites "son importantes". De esta manera, agregó que esperan que a las empresas les sea "más rentable tomar medidas" que pagar esta sanción económica "disuasoria", aunque lamentó que la cuantía no se actualizara al alza.

En todo caso, advirtió de que con lo aprobado ayer en el PE, a las empresas les queda aún "mucho margen" de actuación, por lo que urgió a la industria a que se plantee que esta normativa "no es una amenaza real sino una oportunidad".

EL CAMBIO CLIMÁTICO NO ESPERA

Por su parte, la responsable de la campaña de cambio climático de Greenpeace, Raquel Monzón, aseguró que la UE "se ha quedado a medio camino" aunque valora como "positivo" que quede patente que permanece el objetivo de reducir en 2020 un 30 por ciento las emisiones, que "es lo que estiman como necesario los científicos, para frenar el cambio climático".

No obstante, en cuanto a la multa a los países que no cumplan objetivos, Monzón afirmó que "da pasos atrás" ya que se debería ser "más exigente" y exigir a los Estados miembro que las sanciones se apliquen directamente a las empresas, porque "cumplir con Kyoto debería ser efectivo porque el cambio climático no espera".

En cuanto a lo aspectos "cruciales" en los que la portavoz de Greenpeace considera que se da "un paso atrás", figuran los 10.000 millones de euros que se destinarán a la captura y almacenamiento de carbono y en créditos para compensar a las empresas porque son "un cheque en blanco para la industria del carbón".