MADRID, 20 Ago. (EUROPA PRESS) -
Torre Mutua, el edificio más alto de España que construye Mutua Madrileña en los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid, contará con un sistema de medición y seguimiento de terremotos que permitirá hacer frente a los seísmos y aportar información precisa sobre cualquier temblor en la zona, informó hoy la aseguradora.
La estructura de Torre Mutua se ha diseñado teniendo en cuenta sus posibles modos de vibración, frecuencias propias, aceleración máxima y desplazamiento en cabeza, explicó la compañía, que precisó que a partir de estos estudios se han desarrollado los componentes que forman el núcleo central de hormigón, que es capaz de soportar en óptimas condiciones hasta un terremoto.
Asimismo, antes de trasladar al inmueble la tecnología antisísmica, todos los materiales han pasado por pruebas de resistencia a través de simulaciones por ordenador y ensayos de laboratorio con modelos a escala.
Además, Torre Mutua dispone de sensores que monitorizarán el rascacielos para poder controlar su comportamiento a lo largo de su vida útil, como son los 'acelerómetros' distribuidos en diversas plantas, 'piezómetros' en fachada para controlar la presión del viento y otra serie de mediciones, todas ellas en registro continuo y en tiempo real, que podrán ser consultadas a través de Internet.
La entidad indicó que, de haber estado la Torre Mutua totalmente terminada a principios de agosto, los dispositivos de seguimiento sísmico hubieran aportado información complementaria a la de los sismógrafos sobre el comportamiento del edificio durante el terremoto registrado en Ciudad Real.
La legislación actual no exige llevar a cabo estudios de cálculos sísmicos para poder construir un rascacielos de las características de Torre Mutua Madrileña, al tratarse Madrid de una zona de peligrosidad reducida.
Torre Mutua también dispone de dispositivos que cuidan el medio ambiente, como un sistema de iluminación inteligente que detecta la luz exterior en cada momento, y en función de la posición del sol y de la demanda de luz del interior del edificio, es capaz regular las luces y de subir, bajar o girar las persianas para aprovechar al máximo esa luz solar.
El inmueble, que comenzará su ocupación en el primer trimestre de 2008, ha sido diseñado por el arquitecto argentino César Pelli, e ingresó en la lista de los 100 edificios más altos del mundo al alcanzar su altura máxima, 250 metros.
