Actualizado 31/05/2007 20:47

Las emisiones contaminantes españolas se redujeron por primera vez en 2006 a pesar del aumento de la producción

VALENCIA, 31 May. (EUROPA PRESS) -

Las emisiones contaminantes españolas se redujeron "por primera vez en su historia" en 2006, a pesar de que el PIB aumentó, un dato que la directora general de la Oficina Española de Cambio Climático, Teresa Ribera, consideró "muy positivo", ya que, según explicó, la tendencia hasta ahora era que "la producción creciese en paralelo al aumento de la demanda energética y al incremento de las emisiones".

Ribera se expresó en estos términos en la conferencia que pronunció durante la jornada 'Cambio climático: el gran reto' que se celebró hoy en el marco de 'Ecofira' en Valencia, donde también intervinieron expertos en la materia como el economista y representante de Al-Gore, Juan Negrillo; o el director general de Calidad Ambiental de la Generalitat, Jorge Lamparero.

Entre los factores que influyeron para reducir las emisiones a pesar del aumento de producción podrían encontrarse que 2006 fue "un buen año hidráulico, con lo que hubo más energía hidráulica; tuvo un invierno suave; no se registraron incidentes nucleares como en otros años; y se produjo un pérdida importante de centrales térmicas de carbón la tiempo que se crearon de gas".

De este modo, al hacer balance de 2006, destacó que "aumentó la eficiencia energética en el sector industrial" y precisó que la Comunitat Valenciana, cuyas emisiones representan el cinco por ciento del total del país, siguió un patrón bastante parecido al resto del territorio nacional".

Así mismo, indicó que "aunque España es uno de los países más alejados del cumplimiento del Protocolo de Kioto" aunque, en 2006 "ha empezado a comportarse de forma más eficiente y a dar muestras de emisiones inferiores a la media" de otros países. En este sentido, concretó que el Plan Nacional de Asignación (PNA) 2008-2012 marca que, España, que en la actualidad sobrepasa en un 50 por ciento los límites de emisiones de establecidos por Kioto, las reduzca hasta que pase a superarlas un 37 por ciento en 2012.

No obstante, a pesar de que, en teoría, el Protocolo le otorga derechos de emisión un 15 por ciento superiores a los recomendados, Ribera consideró que "no se trata de tomar medidas que puedan hacer peligrar la competencia empresarial o los puestos de empleo", apostilló.

Es el sector eléctrico el que recibe el 42 por ciento de déficit, ya que, a su entender, "es el que está en mejores condiciones para internalizar ese sobrecoste, así como el cambio tecnológico, y el que está menos expuesto a la competencia internacional".

Por otra parte, Ribera señaló que "se está trabajando" para que haya un nuevo Plan en el año 2009 que "mejore" el Protocolo de Kioto, que incluirá elementos "imprescindibles" como "qué hacer con los efectos negativos del cambio climático, con la deforestación, cambiar el modelo energético y reducir las emisiones en los países desarrollados".

En el caso concreto de la Comunitat, subrayó que es "imprescindible" actuar en sectores como el transporte o el residencial, ya que se trata de una autonomía donde el turismo "tiene un peso importante en el PIB".

En este sentido, instó a las administraciones a invertir en eficiencia tanto energética como de edificios, de ordenación del territorio y en movilidad para "un comportamiento lo más eficiente posible", puesto que, "la amenaza del cambio climático puede afectar al esquema actual de su desarrollo económico".

Por otro lado, resaltó que el transporte "es uno de los sectores más preocupantes y complejo". No obstante, afirmó que al "aumentar el coste de los combustibles ha descendido el consumo", algo que "no se creía que pudiera ocurrir". Del mismo modo, instó a las "administraciones públicas a integrar patrones de ejemplaridad en consumos en sus edificios, oficinas u hospitales, por ejemplo".

Preguntada por la posibilidad de incentivos para los árboles de la agricultura valenciana como sumideros, Ribera señaló que "esta idea se tiene en cuenta a la hora de acceder a determinadas ayudas de la Unión Europea en la política agraria común". Aunque advirtió que "no cabe esperar hacerse rico por el efecto sumidero de un bosque o una plantación agrícola pero se ha de tener presente para activar las políticas agrarias", matizó.

Por su parte, Juan Negrillo, señaló que "a menos que la gente se mueva y cambie las cosas habrá que afrontar consecuencias muy graves" debido al cambio climático. De hecho, "ya hay cosas irreversibles" pero existen otras "más graves que todavía se está a tiempo de evitar", apuntó.

"IR MÁS ALLÁ" DE KIOTO

Desde su punto de vista, el Protocolo de Kioto "es insuficiente" y "hay que ir mucho más allá", tanto desde el punto de vista económico, donde "las empresas tienen mucho que hacer y no se trata de una guerra entre medio ambiente y economía sino lo que pueden hacer juntas". La "innovación" y la "capacidad de desarrollo tecnológico puede salvar de este problema y que a la vez hacer que se siga creciendo, aseveró.

Preguntado sobre el papel de Al-Gore en la lucha contra el cambio climático, comentó que "es importante que sea un político y que además sea americano el que más alto levante la voz para concienciar y hacer la sociedad tenga la capacidad de hacer que los políticos, que son los que tienen la palanca en definitiva para cambiar esto, lo hagan".

En ese sentido, dijo que "la mayor aportación de Al-Gore no es el mensaje en sí, porque ese mensaje lleva 20 años circulando y se sabe sino que es la forma en la que ha conseguido transmitir ese mensaje, la claridad por la que esa idea de lo que está pasando ya".

Por su parte, Jorge Lamparero, apostó que "un cambio de comportamiento colectivo para combatir el cambio climático sobre el que todos han de reflexionar". Además, respecto a las empresas valencianas afirmó que "han hecho sus deberes sobradamente hasta tal punto que han tenido un excedente sobre los derechos de emisión que inicialmente se les asignó y en 2006 fueron capaces de ahorrar un cinco por ciento de los derechos que se les habían asignado".

En este sentido, recordó que "la mayoría" de estas empresas, fundamentalmente las del sector cerámico, ya en el año 1990, hicieron un trabajo importantísimo de reconversión, pasaron de quemadores de fuel a quemadores de gas y eso, con el tiempo, ha tenido su fruto, primero por su gran eficacia y eficiencia, y luego porque en estos momentos son empresas que pueden decir con orgullo que cumplen sobradamente las exigencias del Protocolo de Kioto", concluyó.