SEÚL, 24 May. (Reuters/EP) -
El enviado de Estados Unidos para los Derechos Humanos en Corea del Norte, Robert King, se ha desplazado este martes al país asiático, en la que es la primera visita de un funcionario estadounidense a Pyongyang en los últimos 17 meses.
King encabeza un equipo de cinco personas que analizarán las peticiones norcoreanas de ayuda alimentaria. Tanto Corea del Sur como algunos senadores estadounidenses de gran peso político son reacios a facilitar dicha ayuda.
Además, tiene previsto hablar de Derechos Humanos con dignatarios norcoreanos. También abordará la situación del estadounidense detenido en Corea del Norte desde noviembre, acusado de desempeñar trabajo de misionero.
Un informe de Naciones Unidas afirma que más de seis millones de norcoreanos necesitan ayuda urgente. Desde Washington aclaran que la visita de King no significa que sea inminente la reanudación de los programas de asistencia.
El puesto ostentado por King se creó en 2004 y desde entonces ninguno de los enviados había viajado a Corea del Norte. Su viaje coincide con la visita que el mandatario norcoreano, Kim Jong Il, hace estos días a China para estudiar el modelo económico del gigante asiático.
En abril, el ex presidente estadounidense Jimmy Carter visitó territorio norcoreano. Después acusó a Seúl y Washington de incurrir en violaciones de Derechos Humanos por negar ayuda humanitaria a Pyongyang.
Estados Unidos suspendió el envío de ayuda en 2008 y no tiene intención de reanudarlo antes de ponerse de acuerdo con Corea del Sur. Este último asegura que las reservas alimentarias del país vecino están al mismo nivel que el año pasado. En ocasiones anteriores el régimen norcoreano ha utilizado esta comida para alimentar a sus militares.
Algunos dirigentes del Sur sospechan que el Gobierno del Norte intenta acumular alimentos de cara a un tercer ensayo de carácter nuclear, que sin duda le distanciaría de la comunidad internacional.