Actualizado 14/08/2007 16:40

La escuela del siglo XXI debe dar "un cambio radical", según un experto

SANTANDER, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

El director de 'Cuadernos de pedagogía', Jaume Carbonell, afirmó hoy que la escuela del siglo XXI debe dar "un cambio radical", porque en la actualidad en las aulas "se pierde mucho tiempo con conocimientos inútiles". "Es más importante que en la escuela se adquieran competencias y habilidades básicas que tantos conocimientos", subrayó.

Para Carbonell, que dirige en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) de Santander el seminario 'Competencias básicas y participación ciudadana', la escuela del futuro debe hacer hincapié en la formación del profesorado, dar más autonomía y poder a los centros educativos para tomar decisiones, establecer medidas de igualdad de oportunidades, y cambiar su modelo pedagógico, porque "no se trata de lo que se enseña sino de los que los alumnos aprenden". Hay centros que trabajan en esta línea, pero "son minoritarios", dijo.

El seminario que dirige aborda, según explicó, que no se puede separar el hecho de adquirir cultura con el de ser "un buen ciudadano", por eso la escuela del futuro no puede separar el instruir del educar, insistió. A su juicio, lo que hay que hacer es educar invalores y además los alumnos deben aprender unas competencias claves y unos conocimientos útiles para todos los aspectos de la vida. En esta línea, señaló que "en una sociedad con más capacidad de cultura se da un mejor clima de convivencia".

Por su parte, el profesor de Didáctica y Organización Escolar, Juan Manuel Moreno, que participa en este seminario, indicó que existe una relación entre las competencias básicas y las de ciudadanía con la demanda del mercado laboral.

En ese sentido explicó que los estudios realizados al respecto reflejan que los empleadores demandan habilidades de pensamiento experto y de comunicación compleja, como capacidad de persuadir o de análisis. Por tanto, "la capacidad de ser un ciudadano activo es crucial en términos de empleabilidad", apostilló.

El problema viene, dijo, porque no se sabe cuanto tiempo real se dedica a la construcción de esas competencias y es necesario disponer de esa información para poder luego mejorar en la práctica. "El reto es el acceso a la información no el acceso al aprendizaje", recalcó Moreno, quien explicó que la calidad del sistema la marca los resultados que se obtienen.

Sobre las competencias que demanda el mercado laboral actual señaló que se pide gente que tenga capacidad de aprender cosas nuevas, porque los conocimientos más técnicos se aprenden luego en el centro de trabajo; de trabajar en equipo y convivir; así como iniciativa, para autorregularse y autogestionarse, y con talento y pensamiento creativo; además de con competencias en leguas extranjeras y dominio como usuario de las nuevas tecnologías.

BRECHA EDUCATIVA.

Al hilo de las nuevas tecnologías Carbonell, destacó que en el acceso a las nuevas tecnologías las diferencias sociales son determinantes y así la población con más capital tiene una mayor velocidad lectora frente a la pantalla y además comprende lo que lee. Sin embargo, las personas con menores recursos se limitan a 'chatear' con lo que se produce una "brecha educativa".

"No se trata sólo de llenar las salas con ordenadores, sino de crear nuevas formas de interactuar más inteligentes", explicó. En este sentido, ambos expertos coincidieron en que se produce una confusión entre continente y contenido y como dijo Moreno es una historia recurrente en educación "confundir la música con el instrumento", porque "las nuevas tecnologías no son más que plataformas para desarrollar nuevos modos de aprender en el aula".