MADRID, 21 Dic. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, reconoció este lunes que no va a "ocultar" que no está satisfecha con el resultado final de la Cumbre sobre Cambio Climático de la ONU que se celebró del 7 al 18 de diciembre en Copenhague (Dinamarca) y en la que se pretendía llegar a un acuerdo vinculante y global contra el calentamiento global, al tiempo que recomendó no resignarse ni caer en el desánimo.
"No hemos conseguido cerrar un acuerdo vinculante que, con forma de Tratado Internacional, estableciese objetivos y compromisos concretos con los que enfrentarnos al cambio climático", señaló este lunes la ministra en declaraciones a los medios.
No obstante, aseguró que "a pesar de todo" los gobiernos no van "ni mucho menos" a "resignarse ni a dedicar ni un minuto más al desánimo". "En el asunto del clima estamos ante un problema complejo y enrevesado, que requiere de una acción multilateral, sin precedentes e inédita en la historia del mundo", aseguró.
A su juicio, "lo ocurrido" en Copenhague, lejos de alimentar el desencanto debe servir para "incrementar el compromiso institucional y ciudadano ante el calentamiento global". "Hoy más que nunca estamos obligados a mirar los aspectos positivos del acuerdo, que desde luego los tiene, es decir, fijar la atención sobre las virtudes y no entonar un canto melancólico hacia lo que pudo ser y no fue", añadió.
Concretamente, Espinosa aseguró que la Unión Europea estuvo "en todo momento" en las mesas de reunión donde se elaboraron textos, alternativas y modificaciones que se fueron haciendo o hasta que se hizo el texto final. Así, aseguró que ella misma asistió a éstos encuentros y recordó que la secretaría de Estado de Cambio Climático participó en las reuniones técnicas preparatorias de la Cumbre.
LA UE, CON LOS DEBERES HECHOS
En su opinión, no se está valorando "en su justa medida" y "se está olvidando" que la Unión Europea "ha sido la única que tenía una propuesta seria antes de iniciarse la Cumbre de Copenhague". A ese respecto defendió que ésta "no tenía que hacer deberes como tenían que hacer otros en esa negociación porque ya los llevaban hechos" y valoró la oferta "muy clara, muy nítida que desde el inicio de las negociaciones" presentó Japón "desde el primer momento". "Los que tenían que estar pensándoselo, los que tenían que estar quizás viendo las consecuencias que podían tener son otros y no la Unión Europea", apostilló Espinosa, que añadió que Estados Unidos estuvo "siempre" con una postura fija desde un momento determinado, aunque reconoció que la delegación de ese país fue "mucho más ambiciosa" en aspectos como financiación a largo plazo.
De este modo, durante su intervención en la presentación del informe 'Sostenibilidad en España 2009', señaló que en febrero de 2010 la UE tendrá que seguir animando para que el resto de firmantes puedan, no sólo cumplir, sino comprometerse a un esfuerzo adicional en la próxima Conferencia, prevista en México a finales del año que viene.
En cuanto al papel de España que "en apenas unos días" asumirá la Presidencia de la Unión Europea en materia de cambio climático, la titular de Medio Ambiente aseguró que el Gobierno va a seguir empleándose "a fondo" para demostrar que trabajar contra el calentamiento global es "no sólo un deber ético y político de la comunidad política mundial sino una oportunidad para crear un entorno económico, ecológico y social mejor para todos".
"Tiempo tendremos en los próximos días para realizar más valoraciones sobre los resultados concretos de la Cumbre e ir preparando el camino 'post' Copenhague con el que poner en marcha los procesos a los que da pie el acuerdo y para activar los que nos han quedado en el tintero", concluyó.