NUEVA YORK, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las compañías de seguridad privadas que reclutan, entrenan, utilizan y financian antiguos militares y ex policías para que operen en las zonas de conflictos armados están ejerciendo una nueva modalidad de mercenarismo, afirmó en un informe la ONU.
El documento, elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Mercenarismo, da cuenta de un aumento de esas empresas y subraya que los Estados que las utilizan deben ser considerados responsables por las violaciones de los Derechos Humanos que su personal comete. El estudio señala que decenas de estas entidades actúan en Irak y Afganistán, contratadas por los Departamentos de Estado y de Defensa de Estados Unidos.
Asimismo, expresa su preocupación por el bajo nivel de ratificación de la Convención Internacional contra el Reclutamiento, la Utilización y Financiamiento de Mercenarios, el único instrumento mundial para controlar este fenómeno.
