Expertas en conflictos escolares coinciden en que la violencia en las aulas "no está determinada por la pobreza"

Europa Press Sociedad
Actualizado: miércoles, 25 julio 2007 19:04

LA RÁBIDA (HUELVA), 25 (EUROPA PRESS)

La catedrática de Psicología de la Universidad de Córdoba Rosario Ortega y la experta en gestión de aulas Isabel Fernández, coincidieron hoy en afirmar que la violencia interpersonal en la escuela "no está determinada por la pobreza ni por la carencia de medios", en el marco de los cursos que organiza la Universidad Internacional de Andalucía en su sede Iberoamericana de La Rábida (Huelva).

En rueda de prensa, Ortega sostuvo que "la disciplina de gestión de la convivencia democrática es la que incide más directamente en estos problemas", porque cuando las condiciones de vida son "precarias", los episodios de violencia "tienen una naturaleza mas grave y, lo que es peor, los implicados en dichos episodios tienden a no percibirla como tal porque, a más desarrollo, más sensibilidad a la violencia".

De igual modo, incidió en la "importancia" de que "la violencia sea, en alguna medida, visible a través de los medios de comunicación, puesto que es un factor positivo que contribuye a la prevención",

Asimismo, la experta en violencia escolar y 'bulling' consideró que el acoso "no es nada dramático ni trágico en España ni en la comunidad" y que "sólo lo es para el que se ve involucrado de forma muy directa en el mismo". "Aunque en general --insistió-- no es un asunto escandaloso, excepto para algunos medios de comunicación y determinados investigadores".

Seguidamente expuso que "el antídoto" contra la violencia escolar y "los conflictos mal resueltos es la convivencia", un concepto que calificó como "complejo a la vez que potente", así como "típico de la cultura hispana" en la que "se refuerzan las relaciones interpersonales y de la que se extraen muchos recursos".

ANDALUCÍA, LA PRIMERA EN PREVENIR.

En ese sentido, recordó que Andalucía es "la primera comunidad que hace un programa de prevención de la violencia", llamado Convivencia escolar, y que se puso en marcha entre los años 1997 y 1998 e incidió en la necesidad de "ser optimistas" y que, "aunque haya problemas, que los hay, se pueden detectar pronto y ser subsanados".

Por su parte, Fernández expuso la "obligatoriedad" de implicar en la solución a las partes en conflicto, alumnos y profesores, "que han de abordar el problema desde una forma mas pacifica situada a medio camino entre la aplicación de la norma y el consenso". Por ello, abogó por "trabajar desde los claustros de forma coordinada para hacer la practica docente mas consistente".

Al hilo, habló sobre una de las carpetas del Proyecto de innovación 'Atlántida: educación y cultura democrática', en la que se incluye un protocolo que incluye recomendaciones acerca de cómo actuar en situaciones "graves o muy graves" de conflicto o de acoso y que establece los pasos que debe dar un centro cuando detecta que hay un problema y cómo ha de actuar para intentar no caer en errores que a largo plazo traerían un conflicto".

Por último, la experta observó que "la unidad de análisis dentro del conflicto es el aula", concretando que "si generamos buenos ambientes en clase, basados en el respeto, una metodología adecuada, una buena organización y recursos, es posible abordar casi todos los conflictos". "Es decir, cómo ajustar mejor el aula a las necesidades del alumno con el currículo que hay que impartir".

NUEVAS TECNOLOGÍAS Y CONFLICTOS.

Por su parte, el director del curso 'Conflictos escolares y convivencia democrática', Florencio Luengo, relató que otra de las carpetas del proyecto Atlántida se centra en el ámbito familiar, "en el que los problemas son fenómenos relacionados con el uso de las nuevas tecnologías como internet, móviles y videojuegos, así como la gestión de los hijos en familias divorciadas o separadas.

Así, explicó que "viendo la relación de los niños en su hogar, se puede conectar con la vida del aula, especialmente en adolescentes de 12 a 16 años", en los que se estudia cuál es el grado de libertad que deben tener a la hora de utilizar esas tecnologías. A continuación, manifestó que "el acceso al trabajo de la mujer en una sociedad que antes era muy matriarcal y que ahora es tremendamente machista, puede haber sido desvestir a un santo para vestir a otro".

Para terminar, Luengo habló del "fenómeno de la calle" que, a su entender, "influye mucho en el clima del aula" y, aunque las pandillas no sean un fenómeno "aún muy serio, hay que estar atentos porque puede llegar a más". "Así como las sustancias, que los jóvenes comienzan a jugar con ellas de manera espontánea y hay preparar a las familias para detectar eso, sin dejar de lado, por supuesto, el absentismo escolar", finalizó.

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