Actualizado 13/07/2007 19:24

Experto censura que "se saque una asignatura llamada EpC mientras los mayores se matan a bastonazos"


MÁLAGA, 13 Jul. (EUROPA PRESS) -

El catedrático de la Universidad de Salamanca Joaquín García, apuntó hoy, en uno de los cursos que la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA) organiza en Málaga, que "tratamos de corregir en los niños problemas no superados en los mayores" y censuró que se decida "sacar una asignatura que se llama Educación para la Ciudadanía (EpC) mientras que los mayores se están matando a bastonazos".

García, que participó en el seminario 'Ciencia, divulgación, educación y cambio climático: percepción social' dentro del ciclo 'Cambio climático y sociedad', consideró que "se han infantilizado demasiado los contenidos de la educación", ya que, a su juicio, "es un error educar a los niños para corregir cosas que hacen mal los adultos".

A este respecto, defendió que la educación ambiental "es cosa de personas mayores y no de niños" y se mostró convencido de que "si los más pequeños viven en contextos intersubjetivos sensibilizados de educación ambiental, ésta sería más efectiva".

Seguidamente, puso de manifiesto que "cambiar la educación en relación con la sociedad es cambiar los temas de conversación de los mayores, a los que a veces sólo les interesa dónde van a ir de vacaciones" e incidió en que "no es tan difícil hacer educación ambiental, solo hay que proponérselo".

"IMPLANTACIÓN DE PERSPECTIVAS"

De igual modo calificó como "muy importante" que en la educación sobre el medio ambiente "se consigan implantar perspectivas, mucho más que el resto de las informaciones que se puedan dar". "Sólo con componentes cognitivos no conseguimos educar en materia medioambiental, los componentes emotivos son muy importantes", aseveró.

Al hilo de ello, García relató que las "necesidades" educativas de los seres humanos "se dan en procesos intersubjetivos de relación, normalmente mediados por el lenguaje", por lo que "nuestros conocimientos no sólo dependen de la educación reglada", recordando al mismo tiempo que las instituciones de formación son "proyectos colectivos que toman cuerpo social muy reciente".

El catedrático también censuró la "excesiva terminología", ya que "las palabras que empleamos deben ser asumidas significativamente por nosotros" y defendió la necesidad de "nuevos impresos lingüísticos en el mundo del lenguaje". "Tomarse en serio a Darwin y la perspectiva sistémica son dos buenos recursos para la educación ambiental", sentenció.

NUEVA CULTURA ECOLOGISTA

Por su parte, el director del curso, José Abel Flores, que también participó en la conferencia, abogó por la elaboración de "una cultura ecologista y una nueva visión del mundo en la que todo esta integrado en todo y todos dependemos de todo", para lo que hay que tener presente que "no somos el centro de la naturaleza" y que la educación ambiental "es el único camino posible porque ya no hay marcha atrás".

Así, Flores concretó la necesidad de "confiar en el hombre" porque, histórica y tecnológicamente, "tenemos capacidades para adaptar el entorno y controlarlo". A continuación, planteó la posibilidad de un nuevo escenario "en el que hay que cambiar la mentalidad" y dentro del que el hombre "tiene que desarrollar las herramientas necesarias y una nueva cultura de adaptación", concluyó.