Actualizado 27/04/2009 19:04

El fiscal pide 29 años de cárcel para un acusado de abusar de su pareja y obligarle a comer heces de perroInf.cys

VALENCIA, 27 Abr. (EUROPA PRESS) -

El ministerio fiscal pidió hoy en la sección primera de la Audiencia Provincial de Valencia una pena de 28 años y nueve meses de prisión para un hombre acusado de retener a su pareja durante cuatro días en casa de su madre, en los que le obligó a mantener relaciones sexuales y a comer heces de perro. El hombre negó hoy los hechos que se le imputan y se mostró asombrado de "cómo" había llegado hasta aquí, ya que su relación era "normal".

En total, el fiscal pidió 28 años y nueve meses de cárcel para este hombre por un delito de detención ilegal; otro de violación; uno más contra la integridad moral; otro delito de violación y uno más de lesiones en el ámbito familiar. Por su parte, la defensa pidió la absolución al considerar que su representado era inocente.

El hombre, de hecho, negó todos los hechos durante su declaración y aseguró que nunca pidió a su pareja, que entonces tenía 17 años, que no saliera de su vivienda; ni que comiera heces de perro, ni que chupara el suelo. Tampoco le obligó, según dijo, a mantener relaciones puesto que, es más, "a veces me las pedía ella", puntualizó.

Aseguró que su madre estaba siempre en casa, y que si hubieran habido gritos, ésta "los hubiera oído". También mostró una serie de mensajes (SMS) que ella le envió, aunque ésta lo negó y dijo que no los había escrito. Así mismo, aseveró que ella le dijo en una ocasión que si le dejaba, "lo pagaría caro".

Por su parte, la mujer, que se mostró sensiblemente emocionada, recordó que en diciembre de 2007, este hombre le encerró en el domicilio de su madre, ubicado en la calle Juan Ramón Jiménez de Valencia, durante cuatro días. En este tiempo, explicó que le obligó a mantener relaciones sexuales con él contra su voluntad y amenazándola con un cuchillo.

En ese mismo mes, relató que la llevó hasta un piso que tenía alquilado en la calle Miguel Servet de Valencia, donde le obligó a desnudarse, a comer heces de perro y a chupar el suelo. Dijo que lo hacía "por miedo", y que mientras la veía se reía y le decía que quería ver cómo se ahogaba.

Allí le golpeó repetidamente, con puñetazos y patadas, le arrojó sobre la cama y, tras cogerla del cuello, y asegurarle que la apuñalaría si contaba algo, le obligó nuevamente a mantener relaciones sexuales. Como consecuencia, la joven sufrió lesiones en la zona extragenital, y presentó una denuncia por estos hechos el 21 de febrero.