MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -
La fiscal rebajó hoy de 12 a 2 años de prisión la solicitud de condena para una joven, de 23 años, acusada de abandonar a su bebé recién nacido entre unos setos de una plaza del municipio madrileño de Rivas Vaciamadrid, el 12 de abril de 2005.
En sus conclusiones definitivas, la representante del Ministerio Público sustituyó el delito de asesinato en grado de tentativa que pedía inicialmente para Patricia A.P. por otro de abandono de un menor, al considerar que no ha quedado acreditado el supuesto ánimo homicida. Además, retiró la petición de prohibir a la joven acercarse a su bebé a menos de 500 metros durante 13 años.
"Nunca quise hacer daño al niño, ni a mi familia. Nunca le quise matar. Eso nunca se me pasó por la cabeza", manifestó la procesada, entre sollozos, en su derecho a la última palabra. En su declaración, hizo hincapié en que su intención nunca fue "deshacerse" del pequeño, sino que pretendía recogerle tras dejarle "un momento".
Los hechos se remontan al 12 de abril de 2005 cuando la acusada dio a luz a las 12:15 horas a su hijo en el hospital Gregorio Marañón. Apenas cinco horas después, abandonó el centro sanitario sin haber recibido el alta médica.
Patricia se dirigió a Rivas Vaciamadrid y abandonó al bebé, con un body y un gorro, entre unos setos de una plaza ubicada en una urbanización de chalets, cercana a su propia vivienda. Media hora después, los vecinos alertaron a la Policía Local del municipio gracias a que uno de ellos la vio dejar "algo" en una zona ajardinada de la plaza.
MIEDO A LA REACCIÓN DE LOS PADRES
Al inicio del juicio, la acusada relató a la Sección Sexta que ocultó el embarazo a sus padres por miedo a la reacción que pudieran tener, teniendo en cuenta que ya tenía otro hijo y no tiene pareja estable. Tras abandonar el hospital, se dirigió a su casa para contar lo sucedido, pero por el camino se encontró a su hermano, a quien dijo que el bebé era de una amiga suya.
"Mi intención era ir a casa de mis padres para contarles que el niño era mío. Tenía miedo porque llevaba nueve meses ocultándoles que estaba embaraza. Me daba miedo su reacción", relató la mujer, que añadió que, invadida por el "pánico", decidió ir a ver a su tío ante el temor que le causaba regresar a su domicilio.
Antes de llegar, dejó al bebé en una zona visible de la plaza, con el fin, según ella, de vigilarle mientras hablaba con su tío, cuya residencia se encontraba en las proximidades, que no estaba en casa. Sin embargo, un vecino vio desde su ventana lo que había hecho y alertó a su madre, que llamó a la Policía Local.
Frente a la versión de la joven, la médico forense que la entrevistó tras ser detenida por la Guardia Civil indicó a la Sala que Patricia era "consciente" del acto que había cometido, así como que su voluntad era la de abandonar al bebé porque tenía el convencimiento de que no iba a poder mantenerle.