VALENCIA 3 Ago. (EUROPA PRESS) -
Los representantes de Greenpeace aseguraron hoy que "el grave suceso" ocurrido ayer en la central nuclear de Cofrentes (Valencia) "evidenció de nuevo el peligro de la energía nuclear y la necesidad de pasar urgentemente a un modelo energético seguro y sostenible donde la energía nuclear no tiene cabida", según informó hoy en un comunicado la asociación ecologista.
De esta forma, se refirieron al incendio en el transformador principal de la central nuclear, donde, según dijeron, "ardieron más de 90.000 litros de aceite", y que provocó la parada forzosa del reactor, "suscitando la alarma y preocupación en la población", añadieron.
Por ello, los miembros de la asociación ecologista señalaron que la energía nuclear "impide la aplicación de las verdaderas soluciones al problema del cambio climático", como son las energías renovables y tecnologías de ahorro y eficiencia energética a las que consideraron como "las únicas energías limpias y eficaces de cara a la reducción de emisiones de dióxido de carbono".
Las mismas fuentes añadieron que la energía nuclear, "a causa de su coste económico y sus problemas tecnológicos y medioambientales, no puede tener un papel eficaz y significativo en la lucha contra el cambio climático" y que "invertir en energía nuclear no es otra cosa que desviar importantes recursos económicos que serían mucho más útiles si se destinaran a las energías limpias".
Asimismo, Greenpeace exigió al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a Iberdrola --propietaria de Cofrentes-- que ofrezcan a la opinión pública explicaciones "veraces, detalladas y precisas" sobre las causas del suceso y sus implicaciones en la seguridad, puesto que consideraron que la nota de prensa emitida ayer al respecto por el CSN "no daba ninguna información relevante".
"El desprecio del CSN a la opinión pública y a los medios de comunicación es manifiesto. El CSN debe entender de una vez que está al servicio de los ciudadanos, a quienes debe informar de forma exhaustiva, y que no fue creado para amparar los problemas de la industria nuclear", manifestó el responsable de la campaña de energía de Greenpeace, Carlos Bravo
Además, Greenpeace recordó que a finales del mes de junio hubo un incendio "similar" al sufrido por Cofrentes en la central nuclear alemana de Krümmel, y un accidente provocado por un cortocircuito en la de Brunsbüttel. "La gravedad de estos sucesos trató de minimizarse desde el principio por parte de la industria nuclear y de la compañía eléctrica propietaria de estas centrales, la empresa sueca Vattenfall, pero sus mentiras a la opinión pública y la pésima gestión realizada han provocado un escándalo público que se ha traducido ya en la destitución del Director de Energía Atómica de Vatenfall en Alemania y de su Director de Prensa", indicaron al respecto.
La asociación ecologista informó que debido a estos incidentes "muchos ciudadanos alemanes están cambiando de suministrador eléctrico, ante la falta de seguridad demostrada por las centrales nucleares de Vatenfall" y recordó que "también en España hay libertad de elección de suministrador de electricidad".
Por su parte, señalaron que el Gobierno alemán ha decidido realizar una investigación a fondo de lo ocurrido en Krümmel y ya ha anunciado que se hará una revisión en profundidad del sistema de seguridad nuclear alemán, y que sería recomendable adelantar el cierre de las centrales nucleares más viejas, dentro del plan de abandono progresivo de la energía nuclear en marcha en ese país.
En este sentido, Bravo se dirigió al PSOE y al presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero para exigir que "deben cumplir el compromiso de presentar un plan de cierre de las centrales nucleares antes del fin de la presente legislatura", puesto que "accidentes como el de Cofrentes nos recuerdan la necesidad de abandonar la energía nuclear cuanto antes".